Torrestrella, El Torero y Ana Romero para la gran final del Circuito de Novilladas de Andalucía que serán lidiado por Jorge Martínez y Manuel Perera en Atarfe (Granada)
El Circuito de Novilladas de Andalucía, que organiza la Fundación Toro de Lidia con la colaboración de la Junta de Andalucía y el patrocinio de la Fundación Caja Rural del Sur, toca a su fin. Será este domingo 11 de julio, cuando las puertas del Coliseo Ciudad de Atarfe se vuelvan abrir, después de permanecer cerradas para el toreo durante más de un lustro, para recibir la gran final de este certamen.
Jorge Martínez y Manuel Perera se enfrentarán, mano a mano, para convertirse en triunfadores de un Circuito que ha resultado emocionante, por todo lo vivido en la arena, y muy competido, por el altísimo nivel demostrado por todos los participantes. Sin embargo, para darle un punto mayor de interés a esta gran final, el otro protagonista, el “toro”, en este caso los novillos, también tendrán mucho qué decir, pues se lidiarán tres hierros emblemáticos del campo bravo andaluz, tres encastes diferentes que exigirán al máximo a los dos novilleros que se disputan el trofeo andaluz.
Tres divisas, todas gaditanas, que a lo largo de sus muchas décadas de trayectoria han tenido como denominador común la bravura. Así se lo marcó y esa meta consiguió Álvaro Domecq y Díez, el “Señor de Torrestrella”, cuando nada más alborear los años cincuenta del pasado siglo formó la ganadería que le hizo convertirse en uno de los criadores más importantes de la historia. Y lo hizo con una alquimia mágica, donde con una base de sangre Núñez en la que sería fundamental la aparición del semental “Lancero”, y aportaciones puntuales de otras vacadas familiares fue capaz de crear una ganadería con personalidad propia. Incluso en los pelos, porque precisamente ese “Lancero-123” fue quien trajo a “Los Alburejos” la característica capa burraca que distingue a esta divisa, lo mismo que el semental “Barbarrosa-274”, de Carlos Núñez, y comprado por D. Álvaro a primeros de los años setenta fue el que llevó los pelos ensabanados a Torrestrella. Hoy ya no está El Señor de Torrestrella, ni la ganadería pasta en “Los Alburejos”, pero su nombre sigue siendo referencia para todo aquel que ame al toro bravo.
Para Luis Domecq, representante de esta emblemática camada, los novillos que viajan para Atarfe “están muy en ‘torrestrella’. Creo que es una novillada bonita, hay que tener en cuenta que para toreros en formación y que no se trata de figuras del toreo, por eso, para mi gusto, la veo un poco fuerte, pero es lo que quiere y ha comprado la empresa. No son muy aparatosos de cara, por eso los dejamos para novillos, pero son preciosos y están dentro del tipo de la casa, aunque, lo importante es lo que llevan dentro. Esta es una ganadería muy brava y hay que hacerle las cosas muy bien para que los novillos no aprendan y ojalá que salgan con el sello de Torrestrella”.
Hermano del creador de Torrestrella fue Salvador Domecq y Díez, que junto a Juan Pedro y Pedro estuvo al frente de la divisa familiar hasta finales de los años sesenta. Fue entonces cuando se independizó, creando su propia vacada, a la que puso el nombre de El Torero. Contaban los que tuvieron oportunidad de conocerlo que Salvador era el más encastado de los hermanos Domecq y Díez, y como es bien cierto el dicho ese de que los toros se parecen a quien los cría, su vacada pronto alcanzó fama de brava. No sólo en las plazas, porque fueron muchos, incluidos sus propios familiares, los que acudieron hasta su finca para comprar vacas y sementales. Como muestra un botón: el toro “Jarabito”, de Zalduendo, frente al que Emilio Muñoz sublimó el toreo en Sevilla allá por 1999 era hijo de una vaca con el hierro de El Torero, y “Liviano”, de El Torreón, indultado por Manuel Caballero en El Puerto, también. Fallecido Salvador Domecq la vacada se dividió entre sus hijos María, Salvador y Lola, a quien correspondió el hierro y divisa originales, trasladando sus animales a la finca “Las Salinas de Hortales”, término municipal de El Bosque.
Sobre los novillos que se lidiarán este domingo, Manuel Mellizo, mayoral del hierro, afirmó que “es imposible predecir cómo será su comportamiento. Esperamos que cumplan con las virtudes de la casa y que salgan con esa raza que los caracteriza. Lo importante es que se les hagan las cosas bien hechas. Si los novillos sirven, mejor, pero si sacan dificultades, más todavía. Hay que cuidar que no toquen el trapo, porque en el momento que tocan las telas descomponen. Además, los nuestros son toros que, cuando salen buenos, siempre van a más”.
A una hora de El Bosque, muy cerca de Alcalá de los Gazules, concretamente en la dehesa “Las Cobatillas”, pasta la ganadería de Ana Romero, puro encaste Santa Coloma, pura bravura cárdena, que se formó con vacas de Alipio Pérez-Tabernero que durante muchos años fueron cubiertas por distintos sementales de Joaquín Buendía. No tardó demasiado la divisa gaditana en ser una de las más codiciadas por las figuras del toreo, viviendo en las dos últimas décadas del siglo tardes para el recuerdo. Una de ellas muy cerca de Atarfe, en Granada, donde allá por la feria del Corpus de 1994 una faena mágica de Ortega Cano terminaba con el indulto de “Marquito”, toro que si fue excepcional en la plaza aún resultó mejor como semental, dando productos extraordinarios hasta su muerte en septiembre de 2008. Tanto que, seguramente, alguno de los novillos a lidiar en Atarfe será nieto, o bisnieto, de un toro que hizo verdadera historia.
Sobre los ejemplares de la final, el ganadero Lucas Carrasco manifestó que “son finos, degollados, muy cortos de manos, rematados, sin un esqueleto de mucho volumen, pero sí armoniosos y redondos por los cuatro costados. Muy en el tipo ‘santacoloma’ de Alipio Pérez-Tabernero, que habitualmente son animales que se definen mucho de salida y hay que procurar que vayan rompiendo poco a poco, sin prisa, todo muy por derecho. Normalmente, los toros agradecen una lidia así con entrega y, cuando eso ocurre, es un toro único en su embestida. En casa buscamos un toro completo en los distintos tercios, que muestre codicia en el capote, acuda bravo y con raza al caballo y que tenga entrega y duración en la faena de muleta”.
No cabe duda de que todos estos argumentos, así como la capacidad y calidad demostradas por Jorge Martínez y Manuel Perera, los novilleros finalistas, son razones más que suficientes para no perder detalle de la novillada final del Circuito de Andalucía, que tendrá lugar este domingo en Atarfe. Las entradas ya están a la venta en la web oficial de la Liga Nacional de Novilladas (www.liganacionaldenovilladas.com) y en las taquillas del Coliseo Ciudad de Atarfe el sábado 10 de julio de 10:00 a 14:00h y de 18:00 a 21:00 h, y el domingo 11 desde las 10:00 h hasta el comienzo del festejo.