Mariscal Ruiz brilla en la última novillada de Guadarrama
Mariscal Ruiz hizo lo más destacado en la última novillada de la Feria de Guadarrama en la que paseo una oreja y perdió los trofeos del sexto por la espada. Jesús de la Calzada, -que sustituía a Tomás Bastos por lesión– dio dos vueltas al ruedo mientras que Diego Bastos se topó con el peor lote.
Diego Bastos enlotó un primer novillo de la tarde que embestía con brusquedad y al que le faltó franqueza en las embestidas. Sin transmisión y de juego deslucido poco pudo hacer el sevillano. Silencio. En el segundo de su lote, un castaño oscuro también tuvo pocas opciones de lucimiento. Novillo que no se empleó nunca, sin humillar y marcando mucho las querencias a terrenos de toriles, Bastos hizo un gran esfuerzo por sacarle partido al de Guadalest, intentando que no se fuera a la puerta de chiqueros y en una labor inteligente a base de dejarle la muleta siempre en la cara para robarle algún muletazo. Labor muy digna del sevillano. Con la espada no se lo puso fácil al torero tapándole siempre la salida. Silencio.
Entró en el cartel el salmantino Jesús de la Calzada, por sustitución de su compañero Tomás Bastos. Le costó coger la velocidad en las primeras arrancadas al bello burraco de Guadalest. A base de tesón, Jesús consiguió meter en la muleta a un novillo que no se lo puso fácil ya que tendía a acostarse principalmente por el pitón derecho. Mató de estocada. Vuelta al ruedo. Con el quinto de la tarde, novillo muy serio por delante, después de pasar por dos puyazos en el caballo, banderillearon con gran eficacia tanto José Andrés Gonzalo y especialmente Rubén Sánchez que se la jugó en el primer par de banderillas obligando el público a saludar montera en mano. Jesús tuvo la virtud de no dejar la puerta abierta en las salidas de los muletazos al de Guadalest, que tendía a querer salirse de la pelea pero con el fondo de la nobleza. Consiguió tandas de calidad, muy por abajo y templadas donde destacaron especialmente los pases de pecho largos. Con una faena llena de entrega marró con el acero perdiendo un triunfo cantado. Vuelta al ruedo tras petición. y ovación en el arrastre para el buen quinto de Guadalest, de nombre Bandolero nº38.
Mariscal Ruiz no pudo lucirse con el capote y después de pasar dos veces por el varilarguero, puso banderillas el sevillano mostrando las grandes facultades para encontrar toro en todos los terrenos. Novillo que acusó los dos puyazos, Mariscal consiguió alargar las pocas embestidas que ofrecía el animal a base de tirar de el. Destacó el manejo con la izquierda en los finales de la faena donde llevo al novillo muy templado. Mató de una gran estocada. Oreja. Con el cierraplaza, le administró una serie de verónicas que remató con una bella media. Volvió a poner banderillas con acierto, y brindó el novillo al gran aficionado y vecino de la localidad José Antonio Martos. Con la muleta, arrancó de rodillas con gran exposición en el centro del anillo lo que hizo conectar rápidamente con los tendidos. Faena de temple y ritmo, marcó los trazos largos y poderoso por abajo, destacando especialmente las tandas por el pitón derecho. Con un público entregado, culminó la faena pasándose muy cerca al novillo con unas ajustadas bernardinas. Perdió un triunfo rotundo al fallar con los aceros. Ovación con saludos.
FICHA DEL FESTEJO
Viernes 4 de Octubre de 2024, Plaza de toros de Guadarrama. Novillada con picadores de la ganadería de Guadalest, bien presentados y de juego variado.
Diego Bastos, silencio y silencio
Jesús de la Calzada (sustituía a Tomás Bastos), vuelta al ruedo y vuelta al ruedo
Mariscal Ruiz, oreja y ovación con saludos
INCIDENCIAS: Saludaron montera en mano Rubén Sánchez y José Andrés Gonzalo tras parear al quinto.
FOTOS: El Rey Toro
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