Juan Herrero: «En Las Ventas sé que puedo y debo triunfar en cuanto tenga oportunidad»
Hemos compartido inquietudes de uno de los novillero con más proyección de la Sierra de Guadarrama, alumno de la Escuela Taurina de Madrid “Yiyo” pretende seguir la estela de las grandes figuras.
Juan Herrero, novillero de concepto clásico, basado siempre en un entrega de principio a fin, con una buena dosis de valor seco. Juan ha pasado en muy poco tiempo de torear en novilladas sin caballos a debutar con los del castoreño, enfrentándose con ello a novilladas fuertes y serias.
En una temporada en la que ha pisado plazas como Las Ventas, Desdelcallejon.com ha querido conocer la que ha sido el año 2024 para el torero madrileño.
¿Después de 15 tardes en esta temporada, cuál es el balance que hace Juan Herrero?
Ha sido una temporada de altibajos. Empecé la temporada yendo al Circuito de Madrid y pisando la plaza de todos los de Las Ventas. En el mes de mayo toreé en el Circuito de Madrid donde creo que ofrecí una gran dimensión, aunque no me clasifiqué.
El 28 de julio toreé en Hagetmau Francia, una novillada de José Escolar, donde un toro me coge y me parte el ligamento cruzado, siendo un daño que he arrastrado toda la temporada, donde me he visto muy afectado.
Durante el mes de septiembre he toreado prácticamente en todas las ferias de la Sierra de Guadarrama, Arganda del Rey, y terminé la temporada en Arnedo. Las cosas no terminaron de salir como uno quiere, no he tenido suerte con los lotes, y luego los toros que he toreado bien, que los he cuajado, con la espada los he pinchado.
Al final no ha habido ningún triunfo rotundo, pero sí faenas importantes como Moralzarzal, donde cuaje una faena muy buena.
¿De todas las tardes con cuál te quedarías?
Me quedo con la tarde en que se televisó la novillada del Circuito de Madrid, con el hierro de Baltasar Ibán. Esa tarde fue muy importante.
De las tardes donde más he disfrutado y se ha visto el toreo que llevo dentro, me quedo con las de Los Molinos, con los novillos de Fuente Ymbro donde di una dimensión muy buena, junto con la de Moralzarzal, en la novillada de Monte la Ermita.
Eres un novillero que tienes un buen concepto, con gusto, valiente, se te ve a gusto en las cercanías de los pitones. ¿Te preocupa a lo mejor el verte anunciado con hierros a contra estilo, que no te permitan ese tipo de toreo que llevas dentro?
Este año he matado dos novilladas de José Escolar, que a lo mejor puede ir a contra estilo. No sé por qué no han terminado de salir las cosas como yo quería, en Francia me cogió un toro, un animal malo. Luego la otra novillada fue en Morata de Tajuña, y no sé si porque, he tenido mala suerte con los lotes, pero sí que es verdad que la cosa cambia mucho.
Son ganaderías más duras que al final te tienes que salir un poco del registro de toreo que tienes. Mi toreo y entre que yo soy un poco de cabeza cerrada también y es mi concepto y que el toro se acopla a mí, pues sí que es verdad que me ha costado y han sido tardes muy duras para mí.
Al final tienes que tener la cabeza abierta a muchas embestidas, pero es totalmente diferente… la exigencia, la embestida, el toque, …, te tienes que salir mucho de tu concepto.
He visto también toros buenos, que los toreas como de salón. Lo normal no es eso. Son toros que te salgan con muchas dificultades, en el capote se te frenen, tengas que andar con ellos por la cara, tienes que llevar otra mentalidad, otros registros, no puedes ir con una faena predispuesta, sino tener la capacidad de tener la mente abierta y lo que salga, pues lidiarlo.
En los finales de faena, transmites una sensación de poder, de dominio del animal. ¿Te sientes a gusto cuando pisas los terrenos del toro?
En septiembre, maté una de José Escolar, otra de Aurelio Hernando que salió muy buena, la de Baltasar Ibán en Arganda el Rey con un lote que fue muy malo, y el día de antes una de Ángel Luis Peña que no me habían embestido una tanda por derecho y bien.
Cuando llegué a Los Molinos con la de Fuente Ymbro pude disfrutar. Me encontré con novillos de gran flexibilidad del cuello, con una nobleza diferente, con calidad. Son novillos que te permiten y respetan el meterte ahí dentro, el coger los vuelos, cuando tú quieres, ellos paran… y para mí fue como un regalo después de tardes tan duras. Son toros que te hacen andar de otra forma y los ves, te respetan los terrenos.
Cuando consigues todo el conjunto, eso se traslada al público. El poder reducir las embestidas, el dominar al animal, el entregarte con un toro y no pegarle muletazos sin sentido. Es realmente lo que cala en los tendidos y hace vibrar en los tendidos.
Según están las cosas, lo principal es que uno no pierda dinero cuando torea… ¿Es tu caso?
Desde pequeño me han inculcado unos valores que son el de ir a los sitios bien y por derecho siempre que haya tu dinero. Por ejemplo, los novilleros en Francia, todos los gastos corren por tu cuenta.
El día que tenga que poner dinero por torear, o toree gratis, no voy a torear.
¿Quién te ayuda en los despachos, aparte de la Escuela Taurina?
Ahora mismo estoy solo donde comienzo mi camino sin nadie. El paso por la etapa en la Escuela Taurina ya acabó, donde estuve desde 14 hasta los 22 años.
¿Y qué metas e ilusiones para este 2025?
Lo primero es poder recuperarme de la operación de ligamentos que tengo en breve. Mi sueño es poder volver a Madrid a principios de temporada y donde sé que puedo y es mi deber el triunfar, y a partir de ahí que vayan saliendo las cosas, porque ahora mismo para el año que viene no tengo nada.
FOTO: El rey toro
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