El bello coso juriquillense registró un lleno a reventar en noche de agradable clima y de gran ambiente para la llamada “Corrida del Arte”, donde resultaron como triunfadores el ibérico Enrique Ponce, quien dijo adiós a esta plaza e, Isaac Fonseca, al cortar una oreja cada uno. El otro alternante, Octavio García “El Payo” y el rejoneador español Guillermo Hermoso de Mendoza se fueron de vacío.
Salieron por toriles nueve toros, siendo ocho de la ganadería queretana de Los Encinos. El primero de ellos para rejones, el que apenas asomó la cabeza, remató en un lado de la puerta y se partió el cuello cayendo muerto ahí mismo, por lo que se corrió el turno y, en su lugar, salió el señalado como quinto del festejo y segundo para rejonear, que empezó bien, pero, se vino a menos. El otro para el toreo a caballo fue de la divisa de Villa Carmela, de buen juego. El primero de a pie duró poco, el segundo tuvo calidad, bueno fue el tercero, el cuarto tuvo nobleza, regular resultó el quinto y nada fácil fue el sexto.
El toro que abría la función, para el caballero en plaza navarro Guillermo Hermoso de Mendoza, apenas asomó la cabeza, remató en un lado de la puerta y se partió el cuello cayendo muerto ahí mismo. Por lo tanto, se corrió el turno y, en su lugar, salió el segundo de su lote, con calidad y bravura de inicio, al que le puso un rejón de castigo para luego lucir en banderillas, algunas al cambio y, templando a la grupa con clase y armonía. El astado se vino a menos. Dejó palitroques cortos, otro par a dos manos al hilo de las tablas, pero, falló al matar y todo quedó en palmas.
A pie, el valenciano Enrique Ponce en su primero templó enclasado a la verónica y mejor quitó, igualmente, por verónicas. Cabe señalar que el picador Pedro López “Zotoluco” fue sancionado por la autoridad al excederse en el castigo. Con la muleta, Ponce comenzó caminandole toreramente, logrando pases que fueron pinceladas de arte. Luego, vinieron dos tandas buenas, pero, el toro duró poco. Aun así, el de Chiva lo fue sobando con maestría para cuajarle muletazos de evidente sentimiento. Al final, dejó una estocada trasera y tendida para ser aplaudido.
A su primero, el queretano Octavio García “El Payo” lo lanceó a la verónica pleno de calidad y mejor se vio en un vistoso quite. Con la sarga, tras comenzar con toreros pases en el tercio, realizó una faena básicamente por el pitón derecho. Aprovechó bien la calidad del burel y conectando con su gente, logrando pasajes profundos y sentidos. Acabó de estocada trasera y descabello para escuchar palmas.
El michoacano Isaac Fonseca en su primero, llamado “Cunerito”, salió a darlo todo, iniciando con dos largas cambiadas de rodillas en tablas y, de pie, veroniqueó empeñoso. Con la pañosa, comenzó en los medios de hinojos para cuajar los primeros lances que levantaron a la gente de sus asientos. Ya incorporado, cuajó un trasteo lleno de emoción, de entrega y valor, cristalizando muletazos de mucho mérito, conectando con el público que le grito ¡torero! Dejó una estocada algo caída y tras otro espadazo en el segundo viaje para cortar una oreja y al toro se le aplaudió en el arrastre.
En su segundo, la reserva de Villa Carmela, Guillermo le aplicó un fierro de castigo. Se lució montando a “Berlín” templando a la grupa, hizo la hermosina, además, de destacar al colocar banderillas al cambio y adornar con balotadas para emocionar a la concurrencia. Más garapullos al cambio de buena exposición. Puso tres rosas en un palmo de terreno y cerró con un par de palos por los adentros. Sin embargo, todo se esfumó cuando falló al matar, siendo finalmente aplaudido.
Ponce a su segundo, el de la despedida, “Cubetero”, le realizó una obra de arte, empezando con templados y elegantes lances a la verónica y todavía gustoso realizó un quite, también, por verónicas. Con la franela, tras brindarle a la viuda del añorado empresario Juan Arturo Torres Landa, Enrique Ponce comenzó doblándose y, poco a poco, se hizo del toro, que tenía nobleza, pero, le costaba humillar, para aprovecharle la distancia y la altura, llegando a consolidar una faena que tuvo muchos detalles toreros, como los cambios de mano y pases que calaron fuerte en el tendido. Al final logró detalles de torería, entre ellos, la poncina. Falló en el primer viaje con la espada y tuvo que usar el descabello y, aun así, la gente entregada con él pidió la oreja que le fue concedida y así dar su última y emotiva vuelta al ruedo en esta plaza.
A su segundo, regular, “El Payo” se vio voluntarioso en su labor capotera. Con la muleta, luego de brindarle al maestro Enrique Ponce, realizó una labor de evidente oficio, llevando bien al encinero para lograr algunos pases que le fueron jaleados. Por desgracia, la faena decayó, no atinó al matar y se le aplaudió el esfuerzo.
Fonseca, en el que cerró plaza, que no fue fácil, se mostró con actitud y talento para saber bregar de manera solvente. Con la tela escarlata, tras brindarle al ganadero de la noche, don Eduardo Martínez Urquidi, ejecutó un trasteo de mucha raza hasta que hubo un momento en el que el toro hizo por Isaac, sin consecuencias, por lo que con inteligencia y, sobre todo, con mucho corazón le fue cuajando la faena e hizo que el astado rompiera para lograr pasajes de mucho mérito. Mató de estocada algo caída y sin efecto, utilizó el descabello y, al final, fue aplaudido tras un aviso.
FOTOS: Emilio Méndez
FICHA DEL FESTEJO
LUGAR: Provincia Juriquilla, Querétaro.
EVENTO: “Corrida del Arte”.
PLAZA: Provincia Juriquilla.
ENTRADA: Lleno a reventar en noche de agradable clima.
GANADO: Salieron por toriles nueve toros, siendo ocho de Los Encinos. El primero de ellos para rejones, el que apenas asomó la cabeza, remató en un lado de la puerta y se partió el cuello cayendo muerto ahí mismo, por lo que se corrió el turno y, en su lugar, salió el señalado como quinto del festejo y segundo para rejonear, que empezó bien, pero, se vino a menos. El otro para el toreo a caballo fue de la divisa de Villa Carmela, de buen juego. El primero de a pie duró poco, el segundo tuvo calidad, bueno fue el tercero, el cuarto tuvo nobleza, regular resultó el quinto y nada fácil fue el sexto.
CARTEL:
El rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza: Palmas y palmas.
Enrique Ponce: Palmas y una oreja en el de su adiós a esta afición.
Octavio García “El Payo”: Palmas y palmas.
Isaac Fonseca: Una oreja y palmas tras un aviso.
TEXTO Y FOTOS: Emilio Méndez