Presentados los carteles del Abono 2021 en la Plaza de Toros de Sevilla


El abono se compone de 11 corridas de toros, una de rejones y 2 novilladas con picadores
La Empresa Pagés ha dado a conocer los carteles del Abono 2021 en una rueda de prensa celebrada en el Salón de Carteles de la plaza de toros. El ciclo, que incluye carteles muy rematados con los grandes nombres del panorama taurino actual, se desarrollará del 18 de abril al 19 de septiembre y se compone 14 festejos, repartidos en 11 corridas de toros, una corrida de rejones y 2 novilladas con picadores.
Los carteles son los siguientes:
Domingo 18 de abril: Morante de la Puebla, Roca Rey y Pablo Aguado (Victoriano del Río-Toros de Cortés)
Jueves 22 de abril: Diego Urdiales, Daniel Luque y Rafael Serna (Santiago Domecq)
Viernes 23 de abril: El Juli, José Mª Manzanares y Paco Ureña ((Hnos. García Jiménez-Olga Jiménez)
Sábado 24 de abril: Morante de la Puebla, Juan Ortega y Pablo Aguado (Juan Pedro Domecq-Parladé)
Domingo 25 de abril: Andrés Romero, Lea Vicens y Guillermo H. de Mendoza (San Pelayo-El Capea)
Miércoles 28 de abril: Manolo Vázquez, Jaime González-Écija y Manuel Perera (Novillos de El Parralejo)
Jueves 29 de abril: Antonio Ferrera y Emilio de Justo, mano a mano. (Victorino Martín)
Viernes 30 de abril: El Juli, Miguel Ángel Perera y Roca Rey (Garcigrande-Domingo Hernández)
Sábado 1 de mayo: El Fandi, José Mª Manzanares y Juan Ortega (Jandilla-Vegahermosa)
Domingo 2 de mayo: Morante de la Puebla, Manuel Escribano y Pepe Moral (Miura)
San Miguel
Jueves 16 de septiembre: Novilleros triunfadores de la temporada (ganado por designar)
Viernes 17 de septiembre: Antonio Ferrera, Miguel Ángel Perera y Daniel Luque (Fuente Ymbro)
Sábado 18 de septiembre: Morante de la Puebla, Juan Ortega y Roca Rey (Juan Pedro Domecq-Parladé)
Domingo 19 de septiembre: Diego Urdiales, José Mª Manzanares y Pablo Aguado (Garcigrande-Domingo Hernández)
Datos de utilidad
Renovación de abonos, del 15 al 25 de marzo.
Nuevos abonos, del 29 marzo al 4 abril, excepto el día 2 de abril.
Entradas sueltas, del 12 de abril al 2 de mayo
Horario de taquilla: de 10 a 14 y de 17 a 20 horas
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Cinco toros de Parladé y uno -el quinto- de Juan Pedro Domecq, bien presentados pero de muy poco juego por sus nulas fuerzas y escasez de raza, lo que hizo que algunos se vinieran directamente muy abajo y otros se defendieran con muy mal estilo. El menos malo fue el sexto.

Cuatro toros de Virgen María (1º, 2º y 3º y 4º) tres de Juan Pedro Domecq (6º, 7º y 8º) y uno de Parladé (5º). Corrida justita y cómoda de presentación, nobles pero bajos de raza la gran mayoría. Destacó sobremanera el gran tercero, de nombre «Oreado», número 95, que fue premiado con la vuelta al ruedo. También fueron buenos, segundo, séptimo y octavo.
Fue así, con ese sustento técnico, como De Justo pudo recrearse en los muletazos con las dos manos, todos cargados de despaciosidad, relajo y buen gusto, ligados en series que remató con excelentes pases de pecho al hombro contrario.
Pero de ahí en adelante, el veterano sevillano, que arrancaba hoy su campaña de despedida de los ruedos, no se asentó ni se templó con ninguno de sus tres toros. Y eso que le cupo en suerte un tercero de Victorino Martín de finas hechuras, que mantuvo de principio a fin una profunda clase en las embestidas.





«Ombú», como se llamaba el ejemplar de Juan Pedro, lució su llamativo pelo jabonero, casi albahío de tan clara tonalidad, y las más finas y mejores hechuras de una corrida de excesivo volumen que, probablemente por eso, se desfondó pronto durante la lidia.
No faltó entrega, pues, pero sí temple en los muletazos del mexicano, sin que ello fuera óbice para que el público se calentara con la emoción del conjunto y le pidiera finalmente, tras verle como se volcó en la estocada, esa oreja que supo a poco.
El resto del voluminoso encierro de Juan Pedro Domecq adoleció de raza y de fondo, por manejables que resultaran algunos toros. El veterano Finito de Córdoba dejó ver, sin que apenas se le valorara, ese reposo natural que da la maestría y la limpia sencillez del toreo más clásico y de buen trazo, ante un lote que redujo la emoción a la nada.