El diestro sevillano Borja Jiménez y el colombiano Juan de Castilla, que pasearon sendas orejas, y tres encastados ejemplares de Baltasar Ibán destacaron en la primera semifinal del certamen Copa Chenel, celebrada hoy en la localidad madrileña de San Agustín de Guadalix.
El diestro sevillano Borja Jiménez y el colombiano Juan de Castilla, que pasearon sendas orejas, y tres encastados ejemplares de Baltasar Ibán destacaron en la primera semifinal del certamen Copa Chenel, celebrada hoy en la localidad madrileña de San Agustín de Guadalix.
En esta corrida, condicionada por el viento y ante una plaza casi llena, se lidiaron tres toros voluminosos y bajos de raza de Celestino Cuadri (el quinto como sobrero) en los lugares impares y otros tantos de la divisa de Ibán, de fino trapío y encastado comportamiento, con un cuarto premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
El balance de la terna fue el siguiente:
- Borja Jiménez, de blanco y oro: ovación tras aviso y oreja con petición de la segunda.
- Juan de Castilla, de marino y plata: oreja y vuelta al ruedo tras petición de oreja.
- Rafa Serna, de purísima y oro: silencio en ambos.
Los mejores momentos de la tarde llegaron de la mano de Borja Jiménez, que si ya estuvo muy firme ante la reservonería del primero de Cuadri, cuajó tanto un gran quite por chicuelinas como varias series de intensos naturales al cuarto de Baltasar Ibán.
Aunque el viento le impidió macizar la faena, el sevillano toreó con gran ajuste y hondura a un encastado ejemplar, de nombre Provechoso, al que se premió justamente con la vuelta al ruedo, mientras que la presidencia negaba, con menor justificación, el segundo trofeo para Jiménez.
Los dos trasteos del colombiano Juan de Castilla tuvieron la nota común de ir a más, lo mismo con el encastado ibán que abrió su lote como con un noble quinto de Cuadri lastrado por cierta descoordinación de movimientos.
De Castilla se fue asentando y centrando con ambos para, de mitad de obra en adelante, sacar alguna estimable serie de pases por el excelente pitón izquierdo del toro al que cortó la oreja, y atacar con firmeza al cuadri una vez asentado.
Por su parte, Rafa Serna no acabó de concretar sus buenas intenciones con un voluminoso toro de Cuadri que no acabó tampoco de romper hacia adelante y un sexto con temperamento, al que solo cuajó una buena tanda de naturales.