Castella se encerrará con seis toros en la feria de Medellín (Colombia)

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Sebastián Castella se encerrará con seis toros en la próxima feria colombiana de Medellín.

El diestro francés regresa así al ciclo medellinense “apostando por un compromiso con una afición que me ha acompañado en tardes de gran importancia en mi carrera, como la del indulto a un toro de La Carolina en 2013″, explica el torero.

Castella afrontará así en los primeros compases de 2017 una nueva tarde en solitario después de sus exitosas apuestas en 2016 en Saintes Maries de la Mer y especialmente en Nîmes, coso francés que se convirtió en el escenario en el que, por primera vez, un espada se encerraba con seis toros de Adolfo Martín

Sebastián Castella un torero Galo echo a la orilla del Guadalquivir

Sebastián Turzack Castella, de padre español y madre polaca, nació en la muy taurina ciudad de Béziers (Francia) el 31 de enero de 1983. Muy pronto comenzó su afición a los toros, motivado por el gran ambiente taurino que se respiraba tanto en su ciudad como en todo el departamento de Languedoc-Rosellón. Llevado por esta pasión se adentró poco a poco en un mundo que para él suponía una verdadera pasión, hasta que años después, una vez que debutó como novillero, se marchó a vivir a España, concretamente a Sevilla, donde se asentó y donde terminó por afianzarse como profesional. Fue allí también donde conoció a un hombre fundamental en su carrera como fue el maestro José Antonio Campuzano, que permaneció a su lado hasta el final de la temporada 2007

 

Antes de iniciar esta etapa en España, Sebastián Castella hizo su presentación en público como becerrista en la ciudad francesa de Aignan el 30 de marzo de 1997. En esa categoría estuvo dos años, hasta que el 17 de enero de 1999, en Acapulco (México), lidió novillos de Cerro Viejo en lo que fue su presentación como novillero con picadores, dentro de un festejo en el que compartió cartel con Javier Gutiérrez, Jorge González e Israel Téllez. En ese festejo fue ovacionado en el novillo de su debut. Con esta novillada, Castella también inició su particular y estrecha relación con el continente americano, pues desde sus inicios siempre se ha prodigado en ruedos tanto mexicanos como en el resto de países con tradición taurina en América, como Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú.

Antes de debutar en Las Ventas como novillero, Sebastián Castella llamó poderosamente la atención al participar en el Encuentro Mundial de Novilleros que se celebró en España en el invierno del año 2000, siendo triunfador en la final celebrada en la plaza de toros de Illumbe de San Sebastián. La presentación en la capital de España tuvo lugar el domingo 30 de abril de ese mismo año 2000, debutando con el novillo “Saltador”, castaño chorreado, marcado con el número 27, y que dio un peso de 533 kilos. Actuó junto al madrileño Sergio Aguilar y el zaragozano Alberto Álvarez.

Tras permanecer en el escalafón de novilleros un año y medio, el día soñado, el de la alternativa, le llegó el 12 de agosto del año 2000. Naturalmente, la plaza elegida fue la de Béziers, la misma en la que Castella descubrió ese fascinante mundo de los toros en el que su  nombre pasó a ser en poco tiempo uno de los pilares fundamentales en la historia de la Tauromaquia de Francia. Para día tan señalado no pudo rematarse mejor cartel, pues de padrino tuvo a Enrique Ponce y de testigo a José Tomás. El primer toro de su carrera se llamó “Diligencia”, pesó 519 kilos, estaba herrado con el número 61 y perteneció a la ganadería de Juan Pedro Domecq. Castella le cortó las dos orejas, saliendo en hombros en su debut como matador de toros.

Otra fecha importante en su trayectoria fue la confirmación en la Plaza México, un escenario en el que Sebastián Castella ha conseguido muchos e importantes triunfos. La primera vez que hizo el paseíllo en la Monumental de Insurgentes como matador fue el 18 de febrero de 2001. De padrino y testigo actuaron ese día, respectivamente, el diestro mexicano Rafael Ortega y el español Raúl Gracia “El Tato”. “Buñuelo” se llamó el toro de la ceremonia y perteneció a la vacada de Santa Fe del Campo. Castella fue ovacionado.

Cuatro años después de su debut como novillero en Las Ventas, el diestro de Béziers se anunció en Madrid para confirmar su alternativa. Fue la tarde del 28 de mayo de 2004, con Enrique Ponce de padrino y Matías Tejela de testigo. El toro de la ceremonia perteneció a la ganadería salmantina de Valdefresno, se llamó “Marquesito”, negro, y pesó 520 kilos. Precisamente, de esta misma ganadería fue el toro al que le cortó Castella las dos orejas en San Isidro del año 2007, protagonizando su primera salida en hombros de Las Ventas. Ese día hizo el paseíllo junto a Miguel Abellán y Miguel Ángel Perera. Y dos años después, en 2009, Castella protagonizó otras dos Puertas Grandes en Madrid: la primera en San Isidro, al cortar una oreja a cada toro de Garcigrande que lidió en una tarde en la que compartió cartel con Morante de la Puebla y Alejandro Talavante; y la segunda en la Feria de Otoño, esta vez al desorejar por partida doble a un astado de la ganadería de Núñez del Cuvillo, toreando con Julio Aparicio y Morante de la Puebla.

La cuarta Puerta Grande de Sebastián Castella en Madrid tuvo lugar el 27 de mayo de 2015, tarde que pasó a la historia al cortarle el diestro de Béziers las dos orejas al toro “Jabatillo”, de la ganadería de Alcurrucén, al que cuajó una redonda y extraordinaria faena. Ese día Castella estuvo acompañado en el cartel por Morante de la Puebla y Julián López “El Juli”.

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