Sra. Alcaldesa, le pido encarecidamente una rectificación a tales declaraciones. Los toros son del pueblo y como ud. ha dicho hace apenas unas horas antes, el que quiera es libre de poder acudir a verlos año a año. Rectificar es de sabios.
REPRODUCIMOS NOTA DE PRENSA INTEGRA DE CIRCUITOS TAURINOS
Con profunda tristeza e indignación por la falta de rigor y desconocimiento que en el día de hoy ha mostrado Doña Ana González, Alcaldesa del Excmo. Ayuntamiento de Gijón, me permito manifestar lo siguiente tras 20 años de gestión ininterrumpida al frente de nuestra querida Plaza de Toros de EL Bibio:
1.- Pretender que el nombre de un toro suponga denigrar a un ser humano es desconocer los valores de la tauromaquia y de nuestra raíces como Bien de Interés Cultural Inmaterial.
Cuando un ganadero “bautiza” con un nombre a un becerro al nacer lo hace con la finalidad de ensalzarlo ya que el animal tiene como fin máximo y absoluto el indulto. Que vuelva a casa, a su paraíso, es algo con lo que cualquier ganadero sueña.
De este modo si un ganadero le pone por nombre a un toro una determinada ideología está manifestando que abraza esa ideología o al menos, que la respeta. Así y a modo de ejemplo Sra. Alcaldesa, el Maestro Julián López “El Juli”, una de las más importantes Figuras del Toreo de los últimos 20 años le puso a una de sus fincas el nombre del toro que le encumbro de nombre “Feligrés”.
2.- El nombre o denominación de cada res es un requisito imprescindible legalmente regulado por el Libro Genealógico de la Raza Bovina de Lidia y que rige por un reglamento que esta empresa tiene la obligación de cumplir sin posibilidad de cambiarlo o alterarlo. Como ha aclarado el reciente comunicado de la Unión de Criadores de Toros de Lidia el nombre de los toros procede del nombre de las vacas adquiridas por el ganadero en 1986 con los nombres de «Feminista» y «Nigeriano». Por tanto, el nombre lo determina el ganadero legalmente amparado y nunca la empresa organizadora por lo que sus declaraciones carecen de fundamento.
Sra. Alcaldesa, cumplir los reglamentos nunca pueden tener efectos negativos para el cumplidor. Ninguna intervención, directa o indirecta, de esta empresa ha tenido que ver con el nombre de las reses que se lidiaron en esta Feria de Gijón, ni históricamente en ninguna de las anteriores.
3.- La prórroga de los contratos administrativos es discrecional. La discrecionalidad supone fundamentación pero en ningún caso capricho. Denegar una prórroga cuando ni siquiera ha sido solicitada, por el mero hecho de no ser de su agrado debido a “Feminista” y “Nigeriano” es totalmente arbitrario y por tanto contrario a nuestra Constitución, sobre todo si tenemos en cuenta que dicha nomenclatura viene certificada por un organismo totalmente legal.
La empresa concesionaria por disposición del reglamento y del mismo pliego de condiciones de este Contrato está obligada a exponer en la tablilla y para conocimiento del público en general los datos de las reses a lidiar. No cabe negativa a ello.
Sra. Alcaldesa, le pido encarecidamente una rectificación a tales declaraciones. Los toros son del pueblo y como ud. ha dicho hace apenas unas horas antes, el que quiera es libre de poder acudir a verlos año a año. Rectificar es de sabios.
ENLACE DE LA POLEMICA DE GIJON