Borja Jiménez y su temporadón llegan a Salamanca: “En esta tierra me siento como en casa”
Borja Jiménez ya no es una revelación: es una realidad sólida del toreo actual que se consolida, sin aspavientos, en la parte más alta del escalafón. Lo suyo no ha sido una carrera de vértigo, sino de fondo; sin atajos, con la verdad por delante y el compromiso como única bandera. Durante años fue el torero en el banquillo que pocos miraban. Hoy, es uno de los más sólidos, más preparados y más respetados por el aficionado. Todo eso, en un 2025 que está siendo clave en su trayectoria y en el que, junto a su apoderado Julián Guerra, ha terminado de afianzar el sitio que tanto ha costado alcanzar.
En esta temporada suma ya 50 festejos, con 85 orejas y dos rabos. Pero más allá de las cifras, lo que le ha devuelto el sitio ha sido una manera de torear con la que muchos se identifican. Borja ha sabido apostar por hierros con personalidad: Victorino Martín —al que lidió en solitario en Nimes—, La Quinta, Santiago Domecq, Victoriano del Río, Fuente Ymbro, Garcigrande, Domingo Hernández… una hoja de ruta donde prima el criterio. No es casual que ocupe ya el tercer puesto del escalafón, solo por detrás de Talavante y Emilio de Justo.
El último aldabonazo ha sido en Guadalajara, donde entró en el cartel para sustituir a Manzanares. Cortó dos orejas que bien pudieron ser cuatro. “La plaza respondió y yo también”, señala sobre la tarde de ayer. El cartel lo completaban Talavante y Marco Pérez.
A partir de ahora, su calendario señala varias fechas importantes: Logroño, Zaragoza, Sevilla, Madrid… y una muy especial: Salamanca, donde volverá a pisar el ruedo de La Glorieta el próximo 21 de septiembre. “Es una ciudad que me ha dado mucho en los últimos años. Es donde vivo y donde he aprendido que los sueños se cumplen si se cree con verdad en ellos”, afirma con serenidad. En ese festejo estará anunciado con Morante de la Puebla y Alejandro Talavante. “Ese cartel es de los que uno sueña. Volver a Salamanca con ellos, en esa plaza que me ha dado tanto, es un orgullo enorme; además, es la ciudad en la que vivo desde hace unos años y donde me siento como en casa”.
Echando la vista atrás, Borja hace un repaso comedido, sin estridencias, pero con la seguridad de quien sabe lo que le ha costado llegar. “Han sido tres años muy distintos y muy necesarios. En 2023 sentí que me empezaban a mirar de otra forma. En 2024 confirmé que no había sido casualidad. Y este 2025 estoy disfrutando de esa continuidad, de estar anunciado desde el principio”. Aun así, reconoce que su planteamiento no ha cambiado: “Hay que salir a convencer cada día. Porque esto, aunque suene a tópico, se gana en la plaza”.
Cuando se le menciona el lugar que ocupa en el escalafón, responde con sensatez. “Uno no se puede quedar atrapado en las cifras, pero tampoco se puede vivir de espaldas a ellas. El escalafón es un reflejo del trabajo, de la regularidad, del sitio en el que estás. Estar arriba, entre los tres primeros, es especial. No por ego, sino por saber que el esfuerzo da sus frutos”.
Y si alguien sabe de esfuerzo es él. Pasó años en la sombra, sin contratos, esperando una oportunidad que parecía no llegar. “El silencio enseña mucho más que el ruido. Cuando no tienes contratos, tienes dos opciones: rendirte o seguir creyendo. Yo elegí seguir. Y cuando llegó la oportunidad, tenía tan claro que no podía dejarla pasar, que la encaré con otra mentalidad”.
Hoy, reconoce que se siente fuerte no solo en lo físico, sino sobre todo mentalmente. “La cabeza manda en el toreo. Cuando tienes confianza en ti mismo, se nota. En la manera de andar, de mirar al toro, de templar”. A su lado, como apoyo esencial en este camino, siempre su apoderado: “Lo que estoy viviendo es fruto de mucho trabajo detrás, al lado de Julián Guerra”.
Si hay que hablar de momentos clave en esta temporada, su mente se va a tres fechas. “Me quedo con Victorino en Madrid. Era el último día de la feria y se dio todo. También, por supuesto, la tarde del indulto en Bilbao con La Quinta, que fue algo inolvidable, y el triunfo de dos orejas en Sevilla, otra tarde que marcó”.
Y aunque la temporada ha estado llena de triunfos, Borja no se obsesiona con lo que no ha llegado aún. “Soy de los que prefiere mirar hacia delante. Lo que no ha llegado, llegará. Y si no, lo iré a buscar”.
Borja Jiménez y su temporadón llegan a Salamanca: “En esta tierra me siento como en casa” Leer más »







