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Ponce, Perera y Marín salen por la puerta grande de Salamanca

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La terna protagonista del cuarto festejo de la Feria de Salamanca, Enrique Ponce, Miguel Ángel Perera y Ginés Marín, ha salido hoy por la puerta grande de La Glorieta, con dos orejas cada uno, en una gran tarde que han sobresalido ante sus segundos toros, donde han aportado elegancia, torería y valor.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Montalvo, que han ofrecido seriedad. El quinto, «Cortador», recibió los honores de la vuelta al ruedo. Curro Javier, Guillermo Barbero saludaron por un gran tercio de banderillas en el primer toro de Perera; y Ambel, también de la cuadrilla de Perera, tuvo que saludar en los dos toros por dos buenos pares. En el último toro, también saludaron Antonio Manuel Punta y Manuel Izquierdo, de la cuadrilla de Ginés Marín.

Enrique Ponce, silencio y dos orejas.

Miguel Ángel Perera, silencio y dos orejas.

Ginés Marín, oreja y oreja.

La plaza de toros de La Glorieta registro una media entrada, en una tarde muy ventosa.

TRIUNFO DE LA ELEGANCIA, LA TORERÍA Y EL VALOR

Enrique Ponce no tuvo suerte con su primer toro, «Fiestero», al que le tuvo que hacer una faena corta porque no dio más de si, con cortas embestidas que dificultaron el lucimiento del torero. Lo mató de un pinchazo y media estocada, una labor que fue silenciada por la afición.

Ante el segundo, Ponce lo toreó en el tendido 6 donde estuvo templado y comprometido, sobre todo con el capote con el que derrochó torería, profesionalidad, con una perfecta técnica. Mató de estocada entera, aunque la muerte parsimoniosa del toro hizo sonar el segundo aviso, pese a lo cual recibió dos orejas.

Tampoco tuvo suerte Miguel Ángel Perera en su primer toro, que fue aplaudido a su salida aunque no ofreció gran cosa en su lidia. Tras cuatro tandas, el animal se derrumbó y el torero vio que era el momento de acabar la lidia, matándolo de media estocada. Fue silenciado.

En el segundo, Perera encontró la tecla ante «Cortador», que embistió muy bien y al que le aplicó muletazos largos y varios pases de pecho que hicieron reventar La Glorieta por una gran faena, rotunda, con templanza, poder y emotividad. Mató de estocada trasera y escuchó un aviso, pero sacó las dos orejas.

Ginés Marín empezó la lidia con ganas, con un pase de pecho que se metió en el bolsillo al respetable, aunque los naturales no fueron tan del gusto de la afición, pero hizo buenos momentos de manoletinas a ‘Mimoso’, al que mató de una estocada, logrando una oreja.

En su segundo, Marín tuvo que tirar de raza para sacarle pases a un animal peligroso, sin contenido en la faena de maleta, el que menos clase tuvo de los Montalvo, y ante el que se jugó la vida. Le sacó una oreja tras una estocada

 Agencia EFE

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