Una tarde para el recuerdo de los pucelanos dejó esta tarde Juan Ortega en Valladolid, sobre todo con su segundo toro, al firmar una de las faenas de la temporada. Por su parte tanto Diego Urdiales, que tuvo el peor lote, como Pablo Aguado se fueron de vacío.
Cuando un torero del corte de Juan Ortega se pone el mono de faena difícil será no se vea algo bueno y hoy no solo ha sido eso, ha sido colosal. No exageramos si afirmamos que puede que sea una de las faenas de la presente temporada y lo han disfrutado los aficionados que han cubierto dos tercios de la plaza vallisoletana. Diego Urdiales sigue con su racha de tocarle lotes malos y Pablo Aguado continúa sin terminar de despegar, más que nada por querer torear igual a todos los toros, aunque hoy dejo unos detallitos en su primero, pero muy poquito.
Debió el presidente haber cambiado, como así lo pidió media plaza, al inválido que abrió la tarde. Con ese material Diego Urdiales no pudo más que justificarse y matarlo de una habilidosa espada. Con su segundo quedó claro que le tocó el peor lote de la tarde. Sin fijeza desde que salió por chiqueros hasta que fue arrastrado. A embestidas inciertas y hasta descompuestas es a lo que tuvo que enfrentarse el diestro que alargó innecesariamente terminando por rajarse del todo. Lo finiquitó de una entera algo desprendida.
Poca limpieza en los capotazos de recibo de Juan Ortega a su primero, desquitándose con los delantales posteriores durante el quite. La faena fue a más tanto de uno como de otro, empezando intermitente hasta que vio la clase que tenía por el pitón izquierdo, desarrollando más fondo y desplegando el diestro su manera de entender el toreo. Lo finiquitó de un espadazo pelín desprendido. Nada hacía presagiar durante el desorden en los primeros tercios del quinto que asistiríamos posteriormente a una magistral lección de toreo por parte de Ortega. Simplemente estuvo cumbre, inventándose una faena de un astado que amagó con rajarse, y más cuando llegaron los naturales, de ensueño. Desborde de plasticidad, estética y belleza que quedará grabado para muchos y por mucho como una de las faenas de la temporada. Además mató de un estoconazo de libro por lo que paseó dos orejas de ley.
Con un vistoso galleo llevó Pablo Aguado a su primero al caballo, haciendo quite por chicuelinas más tarde. Antes de la faena la banda toca diana floreada como preludio de algo importante que no terminó de llegar, ya que el burel se fue apagando, no sin antes el diestro instrumentar tandas por ambos pitones notables y de meritoria ejecución. Al pinchar dos veces antes de una casi entera quedó en ovación su premio. Hubo de salir un sexto bis, tras devolución de último Cuvillo por falta de fuerzas, de Loreto Charro, de muy seria cara. No se acopló Aguado, a su descarga decir que el burel resultó soso, con embestida deslucida por llevar la cara suelta. El pinchazo hondo bastó para llevarlo al desolladero.
Plaza de toros de Valladolid (2ª). 4ª de la Feria Taurina de Nuestra Señora de San Lorenzo 2023: casi dos tercios de plaza. Toros de Núñez del Cuvllo: de desigual y aceptable presentación, excepto el anovillado 1°, con juego desigual y en general faltos de fuerza y raza. Pitado al arrastre el 1° y 4°. Aplaudido el 3°. El 6° bis de Loreto Charro: de gran presencia y pobre juego.
Incidencias: comienzo con cinco minutos de retraso. Juan Sierra saludó tras parear al 3°.
Diego Urdiales (que sustituye a Morante de la Puebla): saludo y saludo.
Juan Ortega: dos orejas y dos orejas.
Pablo Aguado: saludo y saludo.
Crónica: Fiesta Nacional.
