La de relleno

Padilla

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Fotos: Joël Buravand

La corrida de toros que hoy se ha celebrado en la plaza de toros de Castellón ha sido la primera que se anunciaba en la Feria de La Magdalena 2018 y la que menos expectación ha despertado entre los aficionados. La empresa trató de justificar la combinación elegida al alegar que se trataba de tres diestros con nombre, así como habitual presencia en las ferias para hacernos creer a los aficionados que era la combinación ideal para un jueves magdalenero.

Pero la realidad ha demostrado todo lo contrario, que se trataba de un cartel nada atractivo pues ha registrado menos de media entrada y destapa las verdaderas intenciones de la empresa. Que la corrida de hoy era para anunciar a dos toreros de la empresa junto a la ganadería de la casa, lo que al final se ha traducido en un festejo de pobre balance artístico cuyo único objetivo era cubrir un día de la semana festiva y aprovecharlo para beneficiar los propios intereses de la empresa que no los del toreo. Lo que se conoce como un cartel para hinchar artificialmente la feria, es decir un relleno.

La corrida empezó a torcerse desde el mismo momento que la reseña del sorteo de las reses anunciaba los tres hierros de la familia Matilla junto a dos remiendos de José Luis Marca. Una escalera de hechuras, pesos y mala presentación en general que no ha sido acompañada por un buen juego, pues nobleza derrocharon la mayoría de los astados pero condicionado sobre todo por unas fuerzas muy en el límite además de una desesperante sosería.

De entre la mucha bisutería que se encontró en la corrida cabe destacar dos momentos que si tuvieron fuste. En primer lugar cabe destacar la actuación de Miguel Ángel Perera con el manso pero potable tercer toro de la tarde. Un ejemplar protestado de salida que ya desde entonces cantó su tendencia a salir suelto de las suertes a la par que metía bien la cara en los engaños. 

La lidia que se le recetó fue la acecuada cobrando protagonismo la buena brega de Javier Ambel quien supo sujetarlo en el terreno adecuado y con látigo de seda convertido en capote mostrarle el camino al de García Jiménez para tomar los chismes con rectitud. Perera lo vio claro desde el principio, tras un inicio de tanteo se estiró sobre la mano derecha en tres series con templado mando, mano baja y tapando la cara del toro.

Por el pitón izquierdo le costaba tomar la muleta y Perera le dio sitio,además de no obligarle para después lograr el momento culminante de la faena en un arrimón de órdago. Pues consiguió que los pitones rozaran la taleguilla entre el entusiasmo del público. Una oreja fue el premio tras una buena estocada.

El otro momento destacado de la cuarta de feria vino de las muñecas y el sentimiento torero de Juan Bautista, aunque de forma más desperdigada que el diestro extremeño. Se produjeron ante el segundo que atendía por el nombre de Caramelo, lo que premonizó el juego que daría posteriormente. El toro mostró un buen tranco desde el principio que junto a su alegre galope y entrega en las enclasadas embestidas invitaban a soñar con presenciar una faena de altos vuelos. Pero en la muleta el toro se vino abajo en cuanto el francés le sometió por abajo en la segunda serie con la derecha y lo que parecía bravura se volvió falta de empuje por la escasez de fuerzas. 

Ello no impidió que Bautista nos deleitara con buen toreo de capote al jugar muy bien los brazos, mecer con gusto las embestidas y salirse para afuera con ellas con sabor. Muy dispuesto el francés,apostó por el toro pero su cada vez más apagado comportamiento sólo nos permitió paladear detalles de toreo bueno como tres derechazos en los que el diestro se abandonó encajando los riñones y vaciando las embestidas con sentimiento. Pero ahí quedó la cosa.

Y poco más que reseñar pues Padilla dio una vuelta tras una faena aseada en el voluminoso primero. Al que planteó una faena impecable en el aspecto técnico pero la nula transmisión del noble y flojo astado no consiguieron que la voluntad del torero emocionara al respetable más allá del cariño que siente por su persona

Afecto que le sirvió para cortar una oreja del anovillado cuarto. Ante él puso el jerezano toda la carne en el asador para instrumentar un trasteo de mucha cantidad pero nula calidad, pues los oles más fuertes fueron para el trompetista de la banda de música cuando instrumentó el pasodoble Nerva. Los adornos rodilla en tierra levantaron las únicas ovaciones de una discreta faena que tras una buena estocada casi le abren la puerta grande de forma sorprendente.

Del resto poco que contar, ya que Bautista sólo pudo mostrar voluntad con el soso quinto toro y Perera no volvió nunca la cara con el bravucón sexto que desarrolló sentido.

Plaza de Toros de Castellón. Jueves 8 de marzo 2018. Cuarto Festejo de la Feria de La Magdalena. Menos de media entrada en tarde soleada.

Se han lidiado seis ejemplares de Peña de Francia(1º y 4º) nobles pero justos de fuerzas y desrazados, José Luis Marca (5º y 6º) con aspecto anovillado soso el primero y bravucón con sentido el otro, uno de Olga Jiménez de buena condición y poca fuerza pero correcto de presentación y García Jiménez de mala presentación que resultó manso pero con opciones de triunfo.

Juan José Padilla (Azul marino y oro) Vuelta tras petición y oreja con petición de la segunda.

Juan Bautista (Verde hoja y oro) Ovación con saludos y ovación con saludos

Miguel Ángel Perera (Teja y oro) Oreja y silencio

Destacó Javier Ambel enla brega del tercero de la tarde.

 

 

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