La Asociación de Ganaderos de Bravo de Navarra en la que se aglutinan el mayor porcentaje de las 68 ganaderías de la Comunidad Foral asegura encontrarse en una situación muy crítica, corriendo peligro de supervivencia el 60% de la cabaña brava de la comunidad que cuenta con un censo de más de 9.000 cabezas de reses de lidia.
La Asociación representada por los máximos exponentes de la Casta Navarra, (Casta Fundacional del Toro de Lidia), los ganaderos Victor Arriazu (Presidente), Eulogio Mateo y Miguel Reta, coinciden en el callejón sin salida en el que se encuentran, no solo ellos, sino, todo el colectivo ganadero navarro que ha recurrido conjuntamente buscar soluciones de urgencia ante la crisis económica derivada de la paralización de la actividad económica por el COVID19, y que les priva de su principal fondo de ingresos, como es el alquiler de sus reses para los diferentes festejos taurinos populares que se celebran a lo largo de la geografía navarra.
La suspensión de las fiestas patronales este verano, y por ende, la no celebración de festejos taurinos, deja sin poder de acción a los ganaderos, quienes siguen manteniendo su conglomerado laboral, del cual dependen directamente alrededor de 150 puestos de trabajo y 250 en el punto álgido de la temporada, así como los gastos habituales de una de estas explotaciones dado que las reses no pueden dejar de recibir su atención y cuidados habituales.
En Navarra se celebraron en la temporada 2019, un total de 1591 espectáculos taurinos populares, que al no celebrarse generan una perdida directa en los ganaderos de entre 4 y 6 millones de euros. Además de ello, el impacto económico externo de este tipo de festejos llegaría a rondar los 40 millones de euros en el entorno rural donde se producen y que también se perdería reduciendo la incentivación económica que los festejos taurinos populares generan en los municipios navarros.
Pero a todo ello hay que sumarle la perdida histórica de un fenotipo único de ganado en todo el mundo como es la Casta Navarra, seña de identidad dentro del toro de lidia por su componente histórico y por su comportamiento único, idolatrado y venerado por los millones de seguidores que tiene a lo largo del país este tipo de festejos, y que pone a Navarra a través de una casta único en la vanguardia de las reses de lidias seleccionadas para los festejos taurinos populares a nivel mundial.
Los ganaderos comienzan a llevar ganado al matadero, siendo un parche para mantener al resto de reses, algo que no podrán mantener mucho tiempo por el bajo coste de la carne, y lo que aboca gravemente a poner en serio riesgo no solo la subsistencia de la cabaña brava navarra sino también la extinción de un animal único seña de identidad de Navarra y de la historia de la tauromaquia.
Otras comunidades como Aragón y Valencia en la que abundan los festejos taurinos populares ya han dado los primeros pasos a través de sus parlamentos autonómicos para desarrollar un plan de liquidez económica para ayudar al tejido productivo y medio ambiental que generan estas explotaciones, los ganaderos navarros, que mantuvieron una reunión el 23 de abril con el Gobierno Foral para buscar soluciones, todavía no han recibido respuesta ante esta situación crítica.