El novillero Ángel Jiménez ha rozado el triunfo esta noche en la Plaza de Toros de Sevilla al realizar una buena faena al novillo que abrió plaza. Dio la única vuelta al ruedo de esta última novillada de abono ante la negativa del presidente a concederle una oreja que el público reclamó. Sus compañeros de cartel, David Martín y Antonio Medina, no tuvieron opciones en una novillada de Partido de Resina de escaso juego y muchas complicaciones
Se lidiaron novillos de Partido de Resina, de escaso juego. Destacó el primero, el único que fue colaborador.
Ángel Jiménez, vuelta tras petición y aviso y silencio tras dos avisos.
David Martin, silencio y silencio tras dos avisos.
Antonio Medina, ovación y silencio.
Saludó en banderillas David Sevilla y fue ovacionado el picador Mario Benítez.
COMENTARIO:
Ángel Jiménez se fue a portagayola en el novillo que abría plaza y después dejó detalles con el capote. Firmó un torero comienzo de faena y la primera serie al natural resultó templada. La segunda mejoró a la anterior e hizo sonar la música. En la tercera por ese pitón bajó algo la intensidad y cambió a la diestra, por donde subió el tono de nuevo con una tanda de buena compostura rematada con un excelente cambio de mano. Dio otra más rematada con buen pase de pecho y terminó con un bonito toreo a dos manos. Mató de estocada casi entera pero el novillo tardó mucho en echarse. Hubo petición de oreja y el presidente no la concedió.
El cuarto salió frenándose en el capote e impidió el lucimiento de Ángel Jiménez. Destacó a caballo Mario Benítez y el novillo puso en apuros a los banderilleros. No fue fácil en la muleta y el novillero de Écija estuvo dispuesto y con oficio, destacando con la izquierda hasta que el novillo se rajó. Al final de la faena también le sacó una serie de mucho mérito a base de tragar por el lado derecho que fue aplaudida. Lo pasó mal con los aceros y escuchó dos avisos.
David Martín también se fue a portagayola en el segundo de la tarde. El novillo fue manso en los primeros tercios y mantuvo esa condición en la muleta. Además hizo hilo y buscó por el derecho, poniéndoselo muy complicado al novillero de Castilblanco. El animal terminó buscando tablas descaradamente y todos los esfuerzos fueron en balde.
El quinto también fue manso en el caballo y no humilló en los primeros tercios. Martín se dobló con él intentando atemperarlo, pero el novillo embistió descompuesto. A pesar de ello le arrancó una serie con la derecha de mucho mérito. En cuanto se vio podido, el de Partido de Resina se quiso rajar y se puso más complicado y violento. Fue imposible. Mal con los aceros, escuchó dos avisos.
No pudo lucirse Antonio Medina de capa en el tercero. Con la muleta mostró oficio y poco a poco fue metiendo en la muleta a un novillo que se movía pero al que faltaba celo. Estuvo por encima de su oponente, logrando los mejores momentos al natural hasta que el novillo se apagó. Mató de estocada desprendida.
El sexto fue ovacionado de salida y Medina estuvo entonado con el capote. En la faena de muleta le avisó ya en la primera serie, venciéndose y golpeándole con la pala del pitón. A pesar de la dificultad manifiesta del novillo, lo intentó todo por ambos pitones sin resultado por la nula colaboración del enemigo.