Carlos Hidalgo – @carlos_hidalgoy
La tercera y última de abono de Valdemorillo (M), encerraba una corrida de la ganadería de Gualdamena, de buena presentación, pero de desigual comportamiento, en el que hubo lotes con opciones, y un lote sin ninguna opción. La terna estaba compuesta por Alberto Lamelas, Miguel de Pablo y Juan Miguel, que tomaba la alternativa.
JUAN MIGUEL. {Día soñado, y puerta grande}. Como manda el protocolo, le tocaba abrir la tarde al que tomaba la alternativa, tras mucho esfuerzo, ganas e ilusión, llegaba para Juan Miguel el día que tanto había soñado. Algo flojo en fuerzas de salida, salía el primero de la tarde, toro que caía varias veces, y que la gran mayoría del respetable pedía que se cambiara de toro. El presidente no cedió, y sorprendentemente el toro fue de menos a mas. Toro que no tenía mucha fuerza, pero sí calidad y que Juan Miguel supo llevar bien en los lances. Sabiendo entender muy bien al toro, consiguió una bonita faena con gusto torero, que conectó con los tendidos y este le premió con una oreja.
En el segundo de su lote, sexto en orden de lidia, resultó ser peor que su hermano anterior. Negro de capa, y mas grande en tamaño de la tarde, era recibido por Juan Miguel en medios con el capote. Toro que caía dos veces en el caballo, y que parte del público pedía cambio de toro. Con la muleta, supo entender bien al animal con temple y elegancia por la mano derecha. Descalzado en el albero, cuajaba a este sexto una faena, con las dificultades que presentaba el toro respecto a la fuerza. Se rajaba el toro, y decidió coger el estoque. Estocada muy certera, aunque el animal tardó en caer. Oreja y puerta grande.
ALBERTO LAMELAS. {Lote sin opciones}. De rodillas recibía en la puerta de toriles el torero de Jaén al primero de su lote, segundo en orden de lidia. Varios lances con el capote, de rodillas en el ruedo Alberto, conquistaban los aplausos de los tendidos. Un toro que desde el caballo fue muy difícil y yendo cada vez a menos, poco pudo hacer el diestro. Animal que buscaba en todo momento las tablas, y allí refugiarse, costaba mucho sacarle un pase. Mucho intento y ganas por parte del torero, resumen lo acarecido en este segundo de la tarde. Estocada a medio entrar, que necesitó uso del descabello.
En el segundo de su lote, cuarto en terna, Alberto recibía a este toro en tablas. Con templanza en la muleta, el torero de Jaén intentó todo lo que estaba en su mano, pero delante estaba un animal que no tenía opción alguna, y que fue el peor toro de la tarde. Estocada algo tendida, pero que fue suficiente. Aviso.
MIGUEL DE PABLO. {Pide abrirse paso}. Para muchos, este torero de Colmenar, ha sido el triunfador de la tarde, aunque no en trofeos. Quieto en tablas, recibía al tercero de la tarde, primero de su lote, al que cuajaba capote en manos, un buen quite, con mucho gusto, terminado en varias chicuelinas, que conseguía la ovación de los tendidos de “La Candelaria”. Brindada su toro, a su apoderado, el maestro Jesús Pérez “El Madrileño”, toro que muy posiblemente será galardonado como mejor toro de la feria 2018. Iniciaba, con mucha templanza la faena de este toro, que embistiendo bien por abajo se dejaba y hacía deleitar a los tendidos. Toro que empezaba a ir a menos, pero Miguel seguía creciéndose a medida que pasaba cada pase, con varios desplantes. Faena, que estuvo conectada en todo momento con los tendidos. Un toro, que su mejor embestida, era por el pitón derecho. Una pena el fallo en la espada, y que el animal cayera solo sin estoque, porque estábamos ante una faena de dos orejas.
En el quinto de la tarde, segundo de lote de este torero madrileño, salía por chiqueros un toro que no tenía buena pinta. Peor que su hermano de lote anterior, pero que Miguel nuevamente consigue brillar con el capote. Toro que caía en varias veces antes, y en el caballo, y en el que parte del respetable pedía cambio de toro. Sus ganas, coraje y gusto por torear, hicieron que Miguel entendiera al toro, y aprovechara al máximo todos los pases que éste se dejaba, volviéndose a oír aplausos en los tendidos. Esta vez una buena estocada, le condecía un triunfo.