Leonardo Hernández, Manuel Escribano y Alberto Lamelas aprovechan el buen juego de una corrida interesante de Cebada Gago en Villacarrillo (Jaén)
Plaza de Toros de Villacarrillo
Feria y Fiestas 2019
Con media plaza en los tendidos
5 Toros de Cebada Gago y 1 de Salvador García Cebada (5º)
Bien presentados, serios, astifinos y salvo el 1º y 2º todos con matices interesantes como fijeza, nobleza, clase, casta, duración y acometividad.
El 4º (Fugado Nº 59) fue premiado con la vuelta al ruedo. 3º y 5º fueron más nobles y con clase.
6º Encastado y áspero en la embestida.
Para:
Leonardo Hernández ( Chaquetilla granate)
Ovación con saludos y Dos Orejas
Manuel Escribano (Grosella y Oro)
Silencio y Dos Orejas
Alberto Lamelas ( Azul Turquesa y Oro)
Silencio y Dos Orejas
*Al finalizar el paseíllo sonó el himno nacional.
Actuó como sobresaliente el diestro linarense, David Saleri.
*CRÓNICA:
El aliciente en la localidad jiennese de Villacarrillo durante todo el día de hoy y la previa era ver el juego tanto en el encierro matinal como en la corrida vespertina de los toros gaditanos de Cebada Gago, y estos estuvieron a la altura de esa expectación.
En primer lugar cumplieron con la presentación, ya que hubo toros que eran de cualquier plaza de primera, y segundo por el juego variado e interesante de cuatro de los seis astados.
Buena noticia para los aficionados, el poder volver a contar con esta ganadería, que parece que remonta el vuelo después de atravesar un bache. Salieron toros con clase, nobleza, fijeza, duración y también, como el sexto con carbón. Con ese picante que gusta ver en este tipo de ganaderías, pero que se puede domeñar. En definitiva, casta.
La terna estuvo a la altura de sus oponentes y lograron los máximos trofeos en la segunda parte del festejo.
En primer lugar Leonardo Hernández se topo con un toro soso, agarrado al piso con el que estuvo voluntarioso pero la nula colaboración del astado no logró que la faena llegará a cotas mayores. Recibió una cariñosa ovación.
Sin embargo con el 4º, un gran toro, con trasmisión, fijeza, movilidad y duración, el extremeño pudo sacar a relucir toda su categoría. Dejándose llegar mucho al toro y exponiendo una barbaridad con las banderillas, enloqueciendo la plaza. Con las banderillas cortas termino de conquistarla y la traca final llegó con la rosa y el desplante del teléfono. Mató de un pinchazo y un rejonazo de muerte certero y las dos orejas le fueron pedidas de manera mayoritaria.
Con el primero de Manuel Escribano hay poca historia que contar, toro deslucido donde poco pudo hacer el de Gerena. Con el 5º de la tarde si se pudo expresar mejor. El toro tenia mucha clase, y aunque falto de fuerzas, por el pitón izquierdo tenía mucho recorrido. El diestro supo aprovechar ese gran pitón y así trenzar suaves y templados naturales. Basó su trasteo fundamentalmente por ese pitón y tras una estocada un pelín caída y de efecto rápido logró las dos orejas que le permitían abrir la puerta grande y salir a hombros.
Alberto Lamelas cerraba cartel, toreaba ante sus paisanos y muy cerquita de su localidad natal. Toda la tarde estuvo muy voluntarioso y con muchas ganas. No se quiso dejar ganar la partida en toda la tarde, y en el sexto, cuando sus compañeros ya tenían la puerta grande asegurada, se las vio con un toro nada sencillo, con carbón de Cebada. Firme y decidido, logró por la mano diestra los mejores pasajes aguantándole mucho al serio toro. Mató de estocada entera y tras un golpe de verduguillo logró las dos orejas que le otorgaban el triunfo. El tercero fue un toro bueno por el pitón derecho. A la faena le falto acople, y tras dos tandas con la mano izquierda bajó el diapasón de la faena. El mal uso de los aceros silenciaron su labor.