Ovaciones para Sebastián Castella y Daniel Luque con una descastada corrida de Alcurrucén.

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Redacción Ángel Estévez

Ovaciones para Castella y Daniel Luque con una descastada corrida de Alcurrucén.

 

Corrida muy descastadada  de la ganadería toledana en la que Sebastián Castella estuvo cerca de cortar una oreja si la espada no hubiera caído baja en el cuarto bis de Zacarias Moreno y Luque recibió fue ovacionado en sus dos toros. Miguel Ángel Perera sin opciones.

 

«Chuflón», el primero de la tarde, con 545 kilos de peso, embistió suave y repetidor al recibo capotero de su matador, Sebastián Castella. No recargó el animal en varas aunque si tuvo fijeza en el peto, mostrando poco poder. Igual hizo en banderillas y comenzó faena el diestro francés cerca de la primera raya, por alto y muy quieto. La faena se desarrolló en los medios y Castella trató de encelar al noblón pero soso toro. Por ambos pitones se puso el torero en labor técnica y de oficio pero en animal no transmitió nada y fue acortando el viaje. Mató el torero de estocada arriba. Silencio.

 

«Rector» pesaba 553 kilos y era un cinqueño de pelo colorado, que echó las manos por delante en el recibo de Miguel Ángel Perera. No sé empleó en varas saliendo suelto del segundo puyazo. Entre medias ajustó mucho las chicuelinas en su turno Daniel Luque, al que le molestó el viento. Tras banderillas comenzó faena el torero pacense , sacándose al de Alcurrucén más allá de la rayas. La primera serie fue para afianzar al animal, que embestía brusquito y echaba la cara arriba al final del muletazo, y al cambiar de mano el diestro, surgieron dos excelentes naturales apretando y sometiendo al toro, pero en la segunda serie al natural el animal no fue tan claro, metiéndose por dentro y abriéndose al final del muletazo. Volvió a la diestra Perera y cuajó una buena serie de derechazos pero el animal empezó a bajar la persiana y queriendo irse. Valiente y muy por encima Miguel Ángel Perera de este animal de Alcurrucén que no acabó de entregarse nunca. Tras un pinchazo hondo dejó estocada que hizo guardia y acertó con el descabello a la segunda. Silencio tras aviso.

 

El tercero, «Rabanero» de nombre, era de pelo castaño y lucero y salió algo frío pero rompió a embestir de forma humillada en el buen saludo de Daniel Luque a la verónica. El toro nunca se empleó en el caballo, llegando a salir suelto del peto, y esperó en banderillas a Juan Contreras, pero a Jesús Arruga se le vino como un tren cuando este tenía detrás la puerta de chiqueros, mostrando su condición de manso. Le apretó Daniel Luque desde el comienzo de faena con derechazos genuflexos y continuó por ese lado en la siguiente tanda en la que el torero sevillano ligó con un natural de exquisito gusto y temple. Tuvo altibajos la embestida del toro, nunca entregada y yendo a menos, mostrando el torero gran capacidad y oficio, muy por encima del burel, pero la faena, en la que hubo pasajes de gran nivel, no acabó de romper. Mató el torero de media estocada. Escuchó ovación Daniel Luque.

 

«Caporal» se llamó el cuarto, con 578 kilos y negro de capa, que se frenó en el capote de Sebastián Castella y al que costó mucho llevar al caballo, del que salió descoordinado siendo devuelto a los corrales. El primer sobrero llevaba el hierro de Zacarías Moreno y se llamaba «Bandolero» con 543 kilos de peso y de pelo negro, que se quedó corto en el saludo de Sebastián Castella pero que repitió en el capote. Se dejó pegar humillado pero no se excedió en bravura en el peto el de Zacarías Moreno. Buenos pares de banderillas por parte de Rafael Viotti y Alberto Zayas, y comenzó Sebastián Castella faena en terrenos del 7 y se lo sacó a los medios en medio de un fuerte viento que sopló durante toda la lidia. Tardo el toro, luego embistió con humillación y picante pero no se iba largo en la muleta del torero francés, que se colocó bien y llevó lo más largo posible al toro. Al natural el toro se desplazó algo más pero siempre siendo igual de pegajoso que por el lado derecho. Firme, valiente y muy por encima del toro Sebastián Castella que alargó la faena en exceso sonando el aviso antes de coger el estoque de acero. Mató de estocada trasera y caída. Asomaron pañuelos en los tendidos pero la petición no fue mayoritaria. Ovación tras aviso.

 

594 kilos tenía el quinto, «Tambor» de nombre y que tuvo poco celo en el recibo de Miguel Ángel Perera. No sé empleó en el caballo de picar no dejándose pegar y manoseando claramente. Igual se mostró durante toda la lidia y en la faena de muleta fue y vino sin malicia pero sin ninguna entrega, yendo a menos en su embestida. Miguel Ángel Perera lo intentó con tesón pero con nulo lucimiento. Se atascó con el acero el torero de Badajoz que a punto estuvo de ser prendido por la chaquetilla en una de las entradas a matar. Finalmente dejó media caída y lo finiquitó con el descabello a la primera tras sonar el aviso. Silencio.

 

«Cornetillo» era el sexto, de 551 kilos, negro, algo acapachado de cuerna y de largo cuerno, que no permitió lucimiento por parte de Daniel Luque en el saludo capotero por su poco celo en el percal. Se dejó pegar y hasta metió los riñones en el caballo el toro de Alcurrucén pero sin ser un dechado de bravura. Buenos pares de banderillas de Caricol y Arruga y brindis de Daniel Luque que comenzó la faena en tablas. Se lo sacó al tercio y le enjaretó una buena serie de derechazos con temple y hasta encaje de figura. Al natural el toro también humilló pero su embestida no fue clara al igual que por el lado derecho. Aún así Daniel Luque sacó naturales limpios y templados que jaleó Madrid pero el toro enseguida echó la persiana y la faena no terminó de calar en los tendidos. Mató el torero sevillano de estocada caída sonando el aviso. Ovación para Daniel Luque.

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Duodécimo festejo de la Feria de San Isidro 2025‘No Hay Billetes’.

Seis toros de Alcurrucén y uno, el cuarto bis, de Zacarías Moreno. Noble, sin transmisión el primero; abanto y de poco celo el segundo; manso con buen fondo el tercero; bravo y codicioso el cuarto bis; sin entrega el quinto; de poca raza el sexto.

Sebastián Castella, de tabaco y oro: silencio y ovación.

Miguel Ángel Perera, de marino y oro: silencio y silencio tras aviso.

Daniel Luque, de verde oliva y oro: ovación y ovación tras aviso.

 

Foto Galería Pablo Ramos

 

 

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