Juriquilla, Qro.- Plaza Provincia Juriquilla. Corrida de Noche de Muertos. Lleno en noche agradable. Toros de Fernando de la Mora a pie y Montecristo a caballo.,
Diego Ventura: Oreja y ovación.
Juan Ortega (Rosa palo y oro): oreja y ovación.
Diego San Román (sangre de toro y oro): Ovación tras aviso y oreja.
El rejoneador Tarik Othón que tomó la alternativa: Silencio y silencio tras aviso.
Hacía años que un torero español no tenía una temporada de altos vuelos en México. Juan Ortega sigue dando de qué hablar, y la expectación creada por el sevillano en el país azteca es algo que no se veía desde hace mucho con un matador español. Ortega es el nuevo consentido, y ayer en Juriquilla quedó comprobado con el gran ambiente y un lleno en los tendidos.
Ortega respondió al ambiente y al cariño del público con su mejor faena en tierras mexicanas hasta el momento, una obra de altos vuelos en la que demostró el gran momento por el que atraviesa.
Su toreo pausado hizo que el público se levantara de sus asientos. Naturales, derechazos, remates por bajo, ayudados por alto… cada uno de los pases que Ortega realizó al toro de Fernando de la Mora tuvo compás y gusto. Desde el inicio, el público se entregó a la actuación del sevillano, pidiendo con fuerza la segunda oreja que el juez no concedió. Frente al segundo de su lote, un toro con muchas dificultades, Ortega se mostró torero y muy por encima del astado de Fernando de la Mora, lidiándolo y pasaportándolo.
Diego Ventura también dejó su sello en su primera actuación. El primero de Montecristo le permitió lucirse en el toreo a caballo, ejecutando sus suertes más clásicas y ganándose al público con las banderillas cortas. Mató de un rejonazo efectivo y cortó una oreja. En su segundo toro no tuvo la misma suerte y se encontró con un astado sin opciones. Silencio.
Diego San Román cortó otro trofeo en el séptimo de la tarde, un toro con movilidad que San Román supo acompañar con acierto. Una faena intensa que remató con precisión y que le valió una oreja. En el cuarto de la tarde, San Román no logró despegar y, tras escuchar un aviso, recibió una ovación.
El rejoneador Tarik Othón abrió la tarde tomando la alternativa de manos de Diego Ventura, pero la suerte no estuvo de su lado. Se encontró con dos astados que, aunque le permitieron estar a gusto, no le brindaron grandes opciones. Con la espada, no logró redondear ninguna de sus actuaciones y fue silenciado en ambas.