Siete orejas en el Memorial Víctor Barrio de Sepúlveda.
En los tendidos, Victoria, la sobrina del torero segoviano, que con cuatro meses ha presenciado su primer festejo taurino
Bajo un calor plomizo se ha celebrado, por segundo año consecutivo, el festival en recuerdo al torero segoviano Víctor Barrio. En los tendidos este sábado por la tarde, familiares, amigos, seguidores y paisanos. Pero, sobre todos ellos, el debut de Victoria, la sobrina del torero que, con tan solo cuatro meses, presenciaba, por primera vez, un festejo de estas características desde los brazos de su madre, Ruth.
Para ella fue el cariñoso brindis de Fortes, a quien le tocó un novillo de Monte la Ermita que tuvo nobleza y motor en los dos primeros tercios, pero que llegó sin fuerza a la muleta, misma condición que han desarrollado el resto de sus hermanos. El diestro cortó una oreja.
Aún así, el malagueño pudo dejar pases de cierta hondura. Abrió plaza Morenito de Aranda, que tuvo luz propia estirándose a la verónica. Cortó dos orejas. Para él y para López Simón fueron los dos novillos con más clase del festejo. El de Barajas, que brindó a la madre de Barrio, Esther, supo darle distancia al animal, acortándolas en la parte final de la faena. El público también le premió con dos apéndices.
Por su parte, Joselito Adame recibió con mucha alegría al que hizo de segundo, sabiendo medir la altura al de Monte la Ermita en los pases del último tercio, cortando una oreja. A Carlos Ochoa le tocó bailar con la más fea. Puso caros los pases el animal, que llegó a prender al novillero en dos ocasiones, aunque sin consecuencias. Antes de esto, tuvo gallardía y valor en el quite por saltilleras al que cerraba plaza. El respetable le reconoció la tarea y cortó una oreja.
EVA PEÑA/ El Norte de Castilla