Homenajes a la familia Miura y a Iván Fandiño en Bilbao

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Homenajes a la familia Miura y a Iván Fandiño en Bilbao

Colabora con el Club Cocherito de Bilbao adquiriendo un libro a favor de un monumento pro Iván Fandiño

El próximo viernes, 12 de enero, a partir de las 19.30 horas, dará comienzo en el Club Cocherito de Bilbao los actos de homenaje a la familia Miura, con la presencia de los hermanos Antonio y Eduardo Miura en una Charla-Coloquio con los socios.

Como complemento a esta conferencia, se presentará el libro: ‘Miura, el toro de Bilbao’, escrito por Antonio Fernández Casado, en el que se levanta acta de cada una de las 96 corridas de toros, y 499 ejemplares de la ganadería sevillana, lidiados en las plazas de Bilbao, desde su debut en agosto de 1865.

Este libro, iniciativa del Cocherito se venderá al Precio de 10€ (más gastos de envío a quien lo solicite a domicilio), importe que se destinará íntegramente a ayudar a levantar una escultura que inmortalice la figura de Iván Fandiño, en los accesos al coso de Vista Alegre. El libro sólo estará a la venta en las oficinas del Club Cocherito de Bilbao, donde se podrá adquirir o reservar: Teléfono: 944 161 447.

Miura, el toro de Bilbao

Los miuras son los que popularmente mejor representan lo que se conoce como El toro de Bilbao; los que históricamente más han admirado los aficionados a la tauromaquia bilbaína, desde que se corrieran por primera vez en 1865.

Acaba de cumplirse el ciento setenta y cinco aniversario de la fundación de la ganadería miureña. Por lo tanto, hace ciento cincuenta y dos años que estos toros se corrieron por primera vez en la plaza de Hurtado de Amézaga y, a partir de 1983, Vista Alegre, donde se han toreado en al menos noventa y seis ocasiones. Juan Miura Fernández presentó sus fieras en el coso de Abando el mes de agosto de 1883, un año después de su inauguración. Y a las reses sevillanas han medido sus conocimientos en los escenarios bilbaínos las principales figuras del toreo del pasado; es decir, Cayetano Sanz, Frascuelo, Lagartijo, Guerrita, Bombita, Mazzantini, Cástor Jaureguibeitia —nueve corridas—, Joselito, Belmonte, Manolete…

A partir de la desaparición de Manuel Rodríguez, las primeras figuras del escalafón dejaron de anunciarse con los miuras; salvo en algunos gestos puntuales, como Paco Camino, que lo hizo en dos ocasiones en Bilbao, o el Niño de la Capea y Julián López, el Juli, que lo hicieron una única tarde. Desde entonces, solo los han estoqueado algunos espadas de segundo nivel; a los que no les queda otro remedio. Basta recordar la terna encargada de despachar el encierro de Zahariche en agosto de 2017, en Bilbao: Fortes, Román y Leal.

El diestro que en mayor número de funciones ha estoqueado miuras en Bilbao es Lagartijo —catorce tardes—, seguido por Tomás Campuzano —diez funciones—. En nueve ferias se han lidiado las reses miureñas mano a mano, Tomás Campuzano en dos festejos. Y solo en una corrida, tuvieron un único espada, Juan José Padilla, en agosto de 2001.

Únicamente en 1907 se jugaron dos corridas la misma temporada: en la feria Txiki y en las Corridas Generales. En cuatro fiestas se lidió una novillada y una corrida el mismo curso (1912, 1918, 1943 y 1960); en una de estas, se corrieron en un concurso de ganaderías (1976) con motivo del LXXVII aniversario de la fundación de la Junta Administrativa; varias veces en festejos mixtos y solo una tarde se lidiaron ocho ejemplares. En cinco festejos mayores, sirvieron de sobreros.

En Vista Alegre no se corrieron reses de Miura entre 1935 y 1942 —tal vez, por considerarse que, tras la Guerra Civil, los toros disponibles no eran los más adecuados para la tradición de la plaza—, y tampoco entre los años de 1946 y 1958, por desavenencias entre el criador y la Junta Administrativa. En resumen, en las plazas de toros de Bilbao se han lidiado alrededor de quinientas reses miureñas. En cualquier caso, siempre ha sido norma de esta casa no enviar sus reses a Vista Alegre cuando han considerado que no ofrecían las características que su prestigio exigía.

En los ruedos bilbaínos, las reses de Miura han protagonizado numerosas gestas gravadas con letras de oro en la historia de Vista Alegre. En las Corridas Generales de 1883 y 1888 su bravura permitió a Lagartijo y Cara-Ancha ganar un toro de premio. Otro ejemplar destacado, Ventanero, fue estoqueado por Mazzantini el 21 de agosto de 1889, el cual recibió dos varas y derribó reiteradamente al piquero, Badila. En agosto de 1931, el vizcaíno Jaime Noain alcanzó el doctorado con un encierro de la misma ganadería. Uno de los acontecimientos más notables de las Corridas Generales de 1961 fue el festejo miureño lidiado en la cuarta función de la feria. Otro sexteto sobresaliente fue el pasaportado el 25 de agosto de 1963; aquella tarde los seis ejemplares corridos sumaron veintitrés encuentros contra los piqueros. Con su lote correspondiente, Fermín Murillo cortó tres orejas —el mayor éxito de su carrera—. En la feria de 1966 también se lidió una magnífica corrida miureña, con la que sobresalió el baracaldés Rafael Chacarte, que cortó dos apéndices.

El 20 de agosto de 1972, las Corridas Generales se inauguraron con un gran encierro de Eduardo Miura, muy en el tipo de la casa: bien presentado, duro, largo, correoso, cornalón, con poder y de juego noble, al que se midieron dos gladiadores del gusto de los aficionados bilbaínos: José Falcón y Ruiz Miguel.

También Roberto Domínguez ofreció una lección de toreo auténtico en la feria de 1976, al confrontar sus conocimientos con la agresividad de un Miura, de nombre Capechero, al que seccionó las orejas.

Miura envió el mes de agosto de 1985 otro de sus grandes sextetos: de gran arboladura y bravo en el tercio de picas —que derribó repetidamente a los jacos—, lo que no impidió que los diestros se luciesen moviendo la pañosa. Entre los ejemplares más bravos, sobresalió un ejemplar colorao, ojo de perdiz, cuajado y serio, Carnicero, que pasará a la historia de Vista Alegre por su impenitente enfrentamiento con los varilargueros, que obligó a los subalternos a colear para conseguir retirarle de los caballos. El 29 de agosto de 1988, otro miura —bien armado y encastado—, de nombre Forrajero, fue premiado con la vuelta al anillo, después de que Tomás Campuzano se hiciese merecedor de sus dos orejas1. La corrida fue seria y encastada. Dos ejemplares resultaron boyantes y dejaron torear con la flámula; a uno de ellos el diestro de Gerena le realizó una gran faena de muleta.

Al menos desde que se tienen noticias fiables, las reses de Miura han sido galardonadas con tres premios del Club Cocherito de Bilbao al Toro más bravo, y en una ocasión con el galardón de la Junta Administrativa A la corrida más completa y brava de las Corridas generales. Además, en siete ocasiones han sido premiados con la vuelta al ruedo. Y solo han consentido que les corten cincuenta y dos orejas. Una cada diez toros.

 

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