El Juli va a pasar a la historia del toreo cuando se retire este año y desde hoy también del coso de El Bibio al indultar el primer toro del más de un siglo de historia de la plaza gijonensa. Exitosa y triunfal encerrona, que será la última de su carrera.
Esta ha sido la que será la última encerrona de El Juli, antes de que acabe la temporada y por ende se produzca a sí mismo la retirada de los ruedos del diestro madrileño. A estas alturas de la película no vamos a descubrir nada ya visto muchas veces. La mayoría buenas, de un torero de época que ha sido uno de los mandones del toreo durante años. Y se va a retirar con su espada, nunca mejor dicho, de Damocles a cuesta. Hoy no ha sido una excepción y prácticamente nos ha ofrecido un resumen de su dilatada trayectoria. Es decir, dominio total y absoluto de los astados que ha tenido enfrente, conocedor como pocos de las ganaderías elegidas, hacer que le sirva cualquier tipo de toro y sacar provecho, más o menos, de cada uno ellos y sin aliviarse en ningún momento. Sí ha sido una excepción en casi todos los toros el uso del estoque.
Al abreplaza de Daniel Ruiz le hizo una faena por ambos pitones demostrando que sus veinticinco años de alternativa han tenido la importancia que ha tenido no por casualidad, ni solo por suerte. Previamente el medio toro le dejó estirarse a la verónica, el cual tuvo fondo y duración. Además le endosa un estoconazo que le hacen pasear las dos primeras orejas.
No se conforma con eso y ya al primer Garcigrande lo recibe con larga cambiada de rodillas. Tira de chicuelinas al paso llevándolo al caballo. En el que se cuida y se cambia tercio con dos pares. La lidia posterior aunque estructurada y tuvo intensidad pero faltó emoción, más que nada por el uso de una excesiva técnica con un anovillado astado que siempre llevó el hocico por los suelos. Comenzó con cambios de viaje en los medios y la acabó con otra gran estocada para permitirle echar al zurrón dos orejas más.
El único de La Quinta que saltó al ruedo, tras inutilizarse por la mañana el otro anunciado, tuvo un duro castigo por el varilarguero, siendo a la postre el único que acudió dos veces al equino. El mejor presentado del encierro sacó una embestida distinta que el resto, como distinto el encaste que posee, pero no privó al madrileño de hacerle una faena de dominio y con repercusión sobre todo en el toreo en redondo. A este le quiso matar recibiendo y cobró una media algo tendida que bastó y oreja al esportón.
Se atisbaba que el transcurso de la tarde podría tener un cambio de rumbo, a raíz de los primeros tercios del segundo Garcigrande, pobre de cara, cuando hete aquí que se acabó indultando. Un exceso, como el noventa porciento de las veces. Eso sí, El Juli, al que le da igual la embestida, la fuerza o el juego que ofrezca sus oponentes, le dio una infinidad de pases, destacando sobre manera los naturales y provocando que el público acabara solicitando el perdón del toro. Paseó el rabo acompañado de Justo Hernández.
Con la resaca del indulto se enfrentó a su segundo Daniel Ruiz, que le ofreció menos posibilidades. No obstante también quiso hacerle faena en los medios por ambas manos. Solo pudo mostrarse por encima realizar una labor más corta. La trasera la espada al segundo intento fue suficiente.
Todavía le quedaron ganas para gustarse en el saludo capotero del cierraplaza y tercer Garcigrande. Terminó su variadísimo y vistosos quites de la tarde con el de la casa, por lopecinas. El público le pidió banderillear, accediendo y en un precioso gesto las compartió con Javier Ambel y Fernando Sánchez, llevándose los tres una clamorosa ovación. Para rematar la tarde y como aún le quedaban cosas por hacer se dispuso a torear de rodillas. Resultó ser el más blando y flojo, pero no impidió que fuese estrujado y sonsacado lo que tuvo en las manos del que pasará sin duda a la historia del toreo y desde hoy a la historia de la plaza de El Bibio en Gijón.
Nuevamente asistimos al indulto de un toro que no dijo nada en los primeros tercios, pasó por el caballo con más pena que gloria, una escasa vez y que tan solo tuvo la virtud de durar y repetir en las manos del Juli, pues seguro que en las de otros igual ni eso, además de una presentación dejando bastante que desear. Al menos la mayoría de la más de media plaza que fue ocupada salió contenta y feliz como una perdiz.
Plaza de toros de El Bibio, Gijón (2ª). 2ª de la Feria de Begoña 2023: tres cuartos de plaza. Toros de La Quinta (3º): de buena presentación y juego, aplaudido al arrastre; Garcigrande (2º, 4º y 6º): el 2° humillador y noble , el 4° con el número 36, de nombre Caritativo, negro de 526 kg fue indultado, y el 6° flojo; Daniel Ruiz (1º y 5º): el 1° con fondo y movilidad, aplaudido al arrastre, el 5° parado y a menos.
Incidencias: obligado a saludar tras hacer el paseíllo. Saludó tras parear Javier Ambel. Lo hizo de nuevo en el sexto junto a Fernando Sánchez y el propio Juli.
El Juli (en solitario): dos orejas, dos orejas, oreja, dos orejas y rabo, saludos y oreja.
Crónica: Fiesta Nacional.
Galería fotográfica: Circuitos taurinos.