Diego Carretero, otro que se suma a la revolución de los toreros albaceteños

DnJrp0kXcAcXJsH

Compártelo...!

Diego Carretero cortó dos orejas de un gran toro de Garcigrande y salió a hombros al término del octavo festejo de la Feria de la Virgen de los Llanos de Albacete, en una tarde en la que el francés Sebastián Castella y José María Manzanares se fueron de vacío.

La feria de Albacete está siendo, sin duda, la de revolución de los toreros de la tierra. A las buenas y triunfales actuaciones de los novilleros José Fernando Molina y Sergio Felipe, y del matador de toros Rubén Pinar, hoy hay que sumar otro aldabonazo más, el de Diego Carretero.

El joven espada de Hellín cumplía hoy en la feria de los Llanos su segundo paseíllo como matador de toros después de su alternativa a finales del pasado mes de junio en las Hogueras alicantinas. Y, a decir verdad, volvió a demostrar el mismo hambre de su etapa de novillero.

La traca vino en el tercero, primero de su lote, un gran toro de Garcigrande al que Carretero toreó con notable suficiencia por los dos pitones, corriendo la mano con firmeza, por abajo en tandas ligadas y emocionantes. Es verdad que la bravura del toro fue el que marcó el ritmo de la faena, pues se echó de menos algo más de templanza, pero el conjunto fue de lo más meritorio.

Manoletinas finales y buena estocada para despachar a “Aparejo”, el extraordinario “garcigrande”, del que Carretero paseó el doble trofeo.

El sexto fue, en cambio, la antítesis. Un toro rajado desde que salió por chiqueros con el que Carretero recorrió mucha plaza, total para no sacar prácticamente nada en lo artístico. Lo mejor, la estocada final. Silencio para él.

Castella anduvo entre notables intermitencias con el “parte plaza”, un toro noble pero muy justo de todo al que el francés toreó con cierto buen aire sobre todo por el lado izquierdo dentro de una faena que, como el astado, no acabó de despegar. Se lió de mala manera con los aceros y a punto estuvo de dejarse el toro vivo como le ocurriera en la víspera en Guadalajara. Silencio tras dos avisos.

No tuvo su tarde el francés, demasiado displicente ante un toro que tampoco aportó gran cosa, pues se negó enseguida a colaborar. Pero es que tampoco le puso muchas ganas Castella al asunto, yéndose a por la espada a las primeras de cambio. Hubo división de opiniones tras el arrastre del de Domingo Hernández.

Manzanares no tuvo enemigo en su primero, muy desrazado, sin transmisión, a la defensiva, sin romper jamás para adelante. El alicantino anduvo dispuesto, sacándoselos (los muletazos) de uno en uno, pero sin poder armar faena lucida. La estocada fue eficaz y, aunque hubo algún pañuelo en demanda del trofeo, al final fue sacado a saludar desde el tercio.

El quinto tampoco se prestó, un toro huido de cualquier afrenta con el que Manzanares no pudo pasar de los detalles sueltos. No anduvo fino esta vez con la tizona y fue silenciado tras escuchar un recado presidencial

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Domingo Hernández, el tercero con el hierro de Garcigrande, bien presentados y de juego desigual. Destacó sobremanera el extraordinario y bravo tercero. Noblote, el primero; sin raza y a menos, el segundo; manso y parado, el cuarto; y rajados, quinto y sexto.

  • Sebastián Castella, de grana y oro: pinchazo, otro hondo, estocada desprendida y ocho descabellos (silencio tras dos avisos); y pinchazo y casi entera (división de opiniones).
  • José María Manzanares, de sangre de toro y oro: estocada (ovación tras leve petición de oreja); y dos pinchazos, casi entera y dos descabellos (silencio tras aviso).
  • Diego Carretero, de blanco y oro: estocada (dos orejas); y estocada (silencio).

En cuadrillas, Iván García y José Ángel Muñoz saludaron tras banderillear al tercero.

La plaza registró más de tres cuartos de entrada en tarde gris y con amenaza de lluvia.

 Crónica de Agencia EFE////Foto @lataurinomanch2
Scroll al inicio