Autoridades antitaurinas e insensatas

En Francia están prohibidas las manifestaciones antitaurinas cerca de la plaza, el día de la corrida, desde 2013, y en España la Dirección General de la Policía distribuyó, el día 10 de Abril de 2015, una instrucción general, de obligado cumplimiento para todos sus efectivos, según la cual no se pueden celebrar manifestaciones antitaurinas a menos de 500 metros de las plazas de toros coincidiendo con la corrida, pero no se cumple, como otras muchas disposiciones en nuestro país.

Por ello, hace unas semanas denunciábamos que en la provincia de Cádiz se estaban autorizando manifestaciones antitaurinas a escasos metros de la puerta de la plaza, coincidiendo con la corrida. Ello nos llevó a exponer una protesta ante la subdelegación del gobierno, y pocos días después pudimos ver que, en San Roque, los antitaurinos estaban a unos cien metros de la plaza. Bueno algo es algo pensamos, pero fue solo un espejismo. El día  10 de Septiembre se celebró una corrida en Tarifa, y de nuevo los antituarinos  insultando, incluso con más agresividad que otras veces, a pocos metros de la entrada a los tendidos, insultos que tuvimos que soportar cuantos acudimos al festejo.

Cuando entraba en la plaza me preguntaba, ¿por qué tengo que aguantar los insultos de estos incívicos? y la respuesta fue inmediata, ¡porque la autoridad competente lo permite, lo autoriza!  ¡Autoriza a unos ciudadanos a que insulten a otros en su cara! Me formulé otra pregunta más, ¿qué pasaría si yo insultase a los que me están insultando?   Respuesta igualmente inmediata y clara, ¡que la Guardia Civil me detendría!

Naturalmente no insulté a los que nos insultaban, pero un amigo que me acompañaba preguntó  al guardia más cercano, ¿cómo pueden permitir una manifestación tan cerca de la puerta de la plaza? y la contestación fue, ¡La ha autorizado el subdelegado del gobierno!

Efectivamente, en la subdelegación  del gobierno me informaron de que el subdelegado autorizaba las manifestaciones, previa información de Guardia Civil y Policía Local.  El proceso pues es el siguiente:

Los antitaurinos comunican al subdelegado que, un determinado día, a una determinada hora, se manifestarán en un determinado lugar. A renglón seguido el subdelegado pregunta a Guardia Civil y Policía Local si es posible que la manifestación  se lleva  a cabo, puesto que ellos son los que deben mantener el orden, y si le contestan afirmativamente, la autoriza. De ello se deduce que, realmente, la autorización parte de Guardia Civil y Policía Local,  los cuales  consideran absolutamente normal que unos ciudadanos sean insultados, ofendidos  por otros, en su propia cara.

A mí eso no me parece normal, pero si me parece que quien así procede : a) Es un  antitaurino activista y radical; b)Posee un  grado de insensatez difícilmente igualable, que le incapacita para desempeñar cualquier puesto de autoridad.

También me parece que  el Sr. subdelegado del gobierno en Cádiz, que ya sabe lo que está pasando en los pueblos de la provincia y no lo remedia, es tan antitaurino y tan incompetente como las autoridades antes mencionadas. Finalmente, uno piensa, o al menos yo pienso, ¿si estas autoridades  se comportan así en este tema, ¿que no harán en otros de mayor transcendencia?

Creo que quien haya nombrado a tal autoridad debería cesarle inmediatamente, pues cualquier día puede causar una alteración  del orden público que acabe en tragedia. Al tiempo.

Rafael Comino Delgado

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