Feria de San Jorge

El diestro Morenito de Aranda, con dos ovaciones, hizo lo más destacado de la deslucida corrida de Couto de Fornilhos con la que se inauguró hoy la feria de San Jorge de Zaragoza, con la que tanto Javier Cortés como Román pasaron de puntillas.

El diestro Morenito de Aranda, con dos ovaciones, hizo lo más destacado de la deslucida corrida de Couto de Fornilhos con la que se inauguró hoy la feria de San Jorge de Zaragoza, con la que tanto Javier Cortés como Román pasaron de puntillas.

Morenito de Aranda se enfrentó a un primer toro que, tras una lidia un tanto desordenada, adoleció de clase en el último tercio, con la cara muy suelta, quedándose cortito y desarrollando también sentido según transcurría su lidia. El burgalés anduvo voluntarioso en una labor en la que logró algún momento estimable por el derecho. Estocada a la primera y ovación con saludos desde el tercio.

En el cuarto mostró Morenito su buen capote antes de llevar a cabo una faena emotiva por momentos, en la que dio distancia al de Fornilhos para recetarle varias tandas por el derecho de notable ejecución ante un animal con movilidad pero que no terminaba de descolgar.

Al natural hubo también momentos estimables, todo más en corto, más cruzado y comprometido el torero, que sorteó incluso alguna que otra tarascada del animal. Faena de poder del torero de Aranda de Duero a la que le faltó mayor contundencia con los aceros. Al final saludó otra ovación.

Javier Cortés tuvo que enfundarse el mono de trabajo para imponerse a su primero, otro toro incierto y sin entrega al que, a base de tesón, logró robarle varios naturales meritorios dentro de una labor esforzada por parte del madrileño, que, en cambio, anduvo sin tino en la suerte suprema, de ahí la división de opiniones tras el arrastre.

Y el quinto fue un toro totalmente inválido con el que Cortés no se dio demasiada coba ante la imposibilidad de sacar algo mínimamente lucido.

Y algo parecido le ocurrió a Román con su primero, pues quedó prácticamente inédito ante un toro muy blando y claudicante que el palco decidió mantener en el ruedo pese a las protestas de los tendidos, que poco más que obligaron al valenciano a abreviar después ante las constantes caídas del animalito sobre el albero del coso de Pignatelli.

El sexto fue un toro soso y deslucido con el que Román lo intentó pero sin sacar nada en claro, antes de acabar eternizándose con los aceros.

FICHA DEL FESTEJO.- Seis toros de Couto de Fornilhos, el sexto como sobrero, muy desiguales de presentación y deslucidos en líneas generales. Corrida marcada por la falta de raza y la entrega, con algunos ejemplares, como los dos primeros y el sexto, desarrollando complicaciones y otros, como tercero y quinto, directamente sin fuerza alguna para aguantar siquiera la divisa. El cuarto fue el menos malo.

• Morenito de Aranda, de burdeos y azabache: estocada contraria (ovación); dos pinchazos y estocada (ovación tras aviso).
• Javier Cortés, de azul marino y oro: cinco pinchazos y media (división de opiniones tras aviso); media (silencio).
• Román, de verde oliva y oro: pinchazo, estocada y descabello (silencio); dos pinchazos, media caída y seis descabellos (división)

La plaza registró un cuarto de entrada en los tendidos.

AGENCIA  EFE