Valencia, Sergio Galán y Lea Vicens abren la Puerta Grande en la matinal de rejones

Tres cuartos largos de entrada en la mañana del día de San José para la matinal de rejones. Sergio Galán y Lea Vicens salieron en hombros junto al mayoral de Fermín Bohórquez. Andy Cartagena perdió el triunfo con los aceros. 

Andy Cartagena regresaba a los ruedos tras indultar en la México y la lesión del brazo que lo ha tenido apartado unas semanas. Volvió a lo grande e hizo disfrutar al público valenciano. Tras un rejón de castigo, con Iluso colocó tres largas y se mostró superior al de Bohórquez al que le faltó algo de chispa. Mató de entera y paseó la primera oreja de la mañana. Ante el cuarto logró de los mejores pasajes de la mañana. Tuvo mayor movilidad el astado y supo recogerlo y poner banderillas de lejos y una al violín. Picasso y Pintas y Andy bailó su cuadra al ritmo de la música para hacer las delicias del público. Revolucionó la plaza con Luminoso a dos pies. Se le atravesaron los aceros y fue silenciado tras aviso perdiendo la Puerta Grande que tenía ganada si no llega a ser por el rejón de muerte. 

Sergio Galán volvía a Valencia y levantó los aplausos a manos de Ojeda para colocar dos largas. Acercó terrenos con Titán para colocar otras dos y con el precioso perla de nombre Apolo colocó un par a dos manos. Rejón de muerte fulminante y oreja del segundo. Ante el quinto volvió a dejar un recital de su toreo. Al igual que a sus hermanos, le faltó una chispa de movilidad pero fue una corrida noble y manejable. Galán estuvo por encima, supo mantener la intensidad de la faena y desorejó.

Lea Vicens, número uno del escalafón en 2017, dejo señas de su toreo elegante a caballo. Ante el tercero de la tarde colocó tres largas a lomos de Bético. Con Bazuka y el toro a menos colocó en corto. Dos ramilletes con Jazmín y dejó una entera algo trasera. Se aplomó el de Bohórquez y tardó en doblar. Vuelta al ruedo tras petición. Ante el que cerró la mañana se pudo desquitar moviendo al buen sexto. Levantó en varias ocasiones al público de sus asientos y el pinchazo no fue impedimento para cortar dos orejas y salir a hombros.