El alicantino salió a hombros en una tarde en la que Roca Rey cortó una oreja y Morante, sin opciones, se fue de vacío.
José Mari Manzanares ha sido el triunfador de la 66 edición de la Corrida Goyesca de Ronda al cortar dos orejas, una de cada uno de sus toros. El alicantino salió a hombros en una tarde en la que Roca Rey cortó una oreja y Morante, sin opciones, se fue de vacío.
FICHA:
Se lidiaron toros de Daniel Ruiz, bien presentados y de juego desigual.
Morante de la Puebla, silencio y silencio.
José Mari Manzanares, oreja y oreja con petición de la segunda.
Roca Rey, silencio y oreja.
Lleno de no hay billetes.
Se guardó un minuto de silencio en memoria de Daniel Ruiz.
COMENTARIO:
Morante lo intentó con el primero de la tarde, un toro que no le dejó lucir con el capote y que en la muleta no acabó de emplearse, quedándose corto y pensándoselo mucho. El de La Puebla firmó un comienzo de faena muy torero y tras intentarlo al natural sin resultado, basó la faena en el pitón derecho logrando pasajes interesantes a base de insistencia y a pesar de la falta de colaboración del toro. Mató al tercer intento.
El cuarto se partió las dos manos de salida justo cuando Morante lo estaba toreando de forma excelente a la verónica. Fue apuntillado en el ruedo y en su lugar salió el sobrero, un animal que perdía las manos en la muleta y se defendía, impidiendo hacer faena a un Morante dispuesto.
Manzanares toreó muy bien de capa al segundo de la tarde, meciéndose en verónicas muy estéticas. Sin embargo al toro le costó embestir y seguir el engaño en la muleta, metiéndose siempre. Prueba de ello es que le propinó una fea voltereta de la que salió indemne. Manzanares reaccionó con raza y le pudo al de Daniel Ruiz a base de exponer y de mandar. Faena importante que le valió el primer triunfo de la tarde después de rematarla con una estocada.
El quinto fue un toro con nobleza que permitió a Manzanares estar a gusto con la muleta. El alicantino aprovechó el buen pitón derecho del toro para cuajar las mejores series de la tarde. Un toreo reunido y despacioso que provocó el ole unánime del público. Una faena con calidad y sentimiento que remató de estocada, cortando otra oreja.
Roca Rey no pudo lucir con el capote en el tercero, un toro de desordenada embestida en los primeros tercios que llegó a la muleta sin fuerza. Esto provocó que se cayera constantemente desluciendo los intentos de Roca Rey, quien finalmente tuvo que desistir muy a su pesar. Mató de pinchazo y estocada.
Roca Rey toreó bien de capa al sexto, ganando terreno hasta los medios. La faena la comenzó con muletazos por alto con mucha quietud. El de Daniel Ruiz exigió mando y el diestro lo aplicó en una faena más de fondo que de forma. Importante labor de valor y entrega ante un animal nada fácil que le puso en mayor apuro conforme más avanzaba la faena. Terminó con circulares invertidos y arrimón y mató de estocada desprendida. Oreja.