Gomez del Pilar indulta un «victorino» y triunfa con Escribano y Rivera en Illescas
El diestro Gómez del Pilar indultó un toro de Victorino Martín en la corrida celebrada hoy en Illescas (Toledo) en la que también triunfaron Cristian Escribano, que desorejó a otro bravo ejemplar de vuelta al ruedo, y Raúl Rivera, que logró el doble trofeo del sexto toro de una gran corrida de esta afamada divisa.
FICHA DEL FESTEJO
Toros de Victorino Martín, muy bien presentados, y buenos en su conjunto, especialmente el primero, de nombre «Escogido», número 60, que fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, y, sobre todo, el quinto, de nombre «Platónico», número 4, que fue indultado. También fueron buenos segundo, cuarto y sexto. El tercero, el más complicado.
Cristian Escribano, dos orejas y gran ovación.
Gómez del Pilar, ovación, y dos orejas y rabo simbólicos.
Raúl Rivera, silencio y dos orejas.
En cuadrillas, David Adalid saludó montera en mano tras banderillear al cuarto; y Raúl Ruiz, Raúl Martí y Alberto Zayas brillaron también en la brega y con los palos ante el quinto.
La plaza registró tres cuartos de entrada en los tendidos.
ESPECTÁCULO TOTAL
Triunfo total para una corrida total, que así se fue como se «vendió» el festejo de hoy en Illescas (Toledo), a la postre, un gran espectáculo de toros y toreros, en el que los cárdenos de Victorino Martín acapararon prácticamente todos los titulares.
Hubo uno bravo y bueno, el primero, con el que Cristian Escribano estuvo también francamente bien para las pocos paseíllos que lleva a sus espaldas. Escribano anduvo templado y muy sereno para aprovechar a la perfección las bondades del animal, que no cesaba de embestir con una profundidad y una transmisión más que loables.
Toreo del bueno de Escribano, que acabó paseando las dos orejas de un «victorino», de nombre «Escogido», premiado también con la vuelta al ruedo póstuma.
También fue de nota alta el cuarto, de encastadas y emocionantes acometidas. Nuevamente se vio a un Escribano muy capaz y, sobre todo, muy resuelto en una labor de mucho ritmo, cadencia y hondura especialmente al natural. Tenía otras dos orejas cortadas pero la espada, esta vez, lo dejó todo en una gran ovación, para Escribano desde el tercio y para el toro en el arrastre.
Pero todavía quedaba el que fue, sin lugar a dudas, el toro de la corrida: el quinto, de nombre «Platónico», un dechado de bravura, nobleza y extraordinaria clase en sus inagotables embestidas. Un toro bandera que le fue a corresponder a Gómez del Pilar, que, con alguna que otra intermitencia, estuvo más que digno con él.
Mas fue el toro el gran protagonista de la faena. Menudo fue. Los tendidos empezaron a pedir el indulto mientras Del Pilar se emborracha a torear en un final de obra de auténtico clamor. El usía asomó el pañuelo naranja en señal de indulto y todos (torero, ganadero y público) tan contentos.
Su primero, segundo de corrida, fue un «victorino» encastado y con poder al que Gómez de Pilar, firme y valiente, pudo haber cortado algún trofeo de no ser por su mala espada.
Y Raúl Rivera, que pasó de puntillas con el complicado tercero, el único que no sirvió del gran envío del ganadero de Galapagar (Madrid), cortó las dos orejas del sexto merced a una faena voluntariosa que contó, y mucho, con el cariño de unos tendidos que disfrutaron de lo lindo de un espectáculo total.
Agencia EFE