El diestro López Simón, con un total de tres orejas, abrió la primera Puerta Grande de la feria de «la Madeleine» de Mont de Marsan (sur de Francia) en una tarde en la que hubo un toro cumbre y de vuelta al ruedo de Fuente Ymbro, el segundo, y en la que Miguel Ángel Perera sumó también un apéndice.
Lo de López Simón con los sorteos es algo digno de estudio. Hoy volvió a quedar corroborado en Mont de Marsan al tocarle en suerte a Pijotero, un gran toro de Fuente Ymbro lidiado en segundo lugar y premiado finalmente con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Y es que, a decir verdad, fue el toro el que marcó el ritmo de una faena que tuvo la ligazón como principal virtud. Pero faltó autoridad en las tandas que López Simón le pegó por los dos pitones, mandar de verdad sobre ellas y no engarzar pases y más pases que fue lo que realmente hizo.
Pero la gente vibró con el quehacer del madrileño, de ahí las dos orejas que acabó paseando después de la vuelta al ruedo a Pijotero.
El quinto tuvo mucho que torear y López Simón volvió a estar demasiado ligerito con él, tanto que en una arrancada por el izquierdo el animal le echó mano y le pegó una tremenda voltereta, de la que se repuso el hombre para volver a la carga. Ese pundonor fue lo que hizo que los tendidos volvieran a entregarse con él y le acabara premiando con otro trofeo más.
Perera paseó también una oreja del primero de la corrida, un toro que tuvo movilidad pero nunca se entregó en los engaños del extremeño, que anduvo firme con él para coronar la faena de una gran estocada. El cuarto, en cambio, fue un toro vacío de todo con el que Perera anduvo insistente de más a lo largo de una labor plúmbea y de escaso contenido.
El primero de Aguado se sujetaba con alfileres, pero fue suficiente para que el sevillano le dejara momentos de tremenda torería a lo largo de un trasteo que a buen seguro hubiera sido de premio de no atascarse con los aceros. El sexto tampoco aportó y Aguado volvió a dejar fogonazos aislados dentro de otra faena sin unidad ni continuidad.
FICHA DEL FESTEJO
Toros de Fuente Ymbro, de distintas hechuras, algunos tapándose por la cara, y de juego desigual. En general, a la corrida le faltó raza y entrega, a excepción del gran segundo, de nombre Pijotero, número 148 y nacido en agosto de 2014, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
- Miguel Ángel Perera, oreja tras aviso y silencio tras aviso.
- Alberto López Simón, dos orejas y oreja.
- Pablo Aguado, ovación y silencio.
La plaza rozó el lleno en los tendidos.
Agencia EFE