Entrevista con Pepe Mora, Juan Ortega y Fco José Espada
«A Madrid se lo debo todo y por ello vuelvo cada vez que tengo la oportunidad”
Madrid, 14 de agosto de 2018.- Pepe Moral es uno de los nombres de esta temporada. Tres orejas en Sevilla y una de las faenas del año en Las Ventas ante Chaparrito de Adolfo Martín es un resumen de sus triunfos. Vuelve a Madrid, vuelve un 15 de agosto y si por él fuera, no sería el último paseíllo del año en Madrid.
Afrontas tu cuarto paseíllo en Madrid esta temporada y además en una fecha que seguro que te trae muy buenos recuerdos en Las Ventas.
Sí, es una fecha especial porque toreé esa corrida y fue una tarde muy redonda. Esperamos que este año sea igual o mejor y poder seguir creciendo en mi toreo. Quiero que el aficionado de Madrid vea y conozca a Pepe Moral.
Aquella tarde del 2014, esa oreja cortada el 15 de agosto en Madrid, te metió de nuevo en el circuito. ¿Lo sientes así?
Así es, corté solamente una oreja, me pidieron la segunda y en el otro toro di una vuelta al ruedo. Esa tarde me dio mucho y otra vez mi nombre volvió a sonar en el toro. A Madrid se lo debo todo y por ello vuelvo cada vez que tengo la oportunidad.
Eres un torero sevillano pero te respeta y te quiere ver la afición de Madrid porque motivos para ello le das. ¿Vuelves más responsabilizado aún si cabe tras dejar una de las faenas que se recuerdan de este San Isidro?
Sí, Madrid lo ha sido todo desde novillero y siento ese cariño. Este San Isidro ha sido muy importante con ese Chaparrito de Adolfo Martín que si no llego a pinchar hubiera sido un triunfo muy rotundo. La verdad que torear en Madrid me hace feliz y me siento muy querido, es mi plaza.
Tres orejas en Sevilla, Madrid y Chaparrito, entrando en muchas ferias y presente en las más importantes… ¿buen balance a mitad de agosto de esta temporada no?
El principio de temporada ha sido muy bueno. Como dices, las tres de Sevilla, Madrid, oreja en Mont de Marsan, muy buenas sensaciones en Azpeitia y una pena de nuevo la espada. Queda casi la mitad de temporada y no puedo dejar perder los triunfos con los aceros.
Cuarto paseíllo y si todo sale bien no será el último. Está ahí Otoño
Ojalá, será mi cuarto paseíllo y sé que luego viene Otoño y también me gustaría estar. Espero el día 15 poder ganármelo en la plaza y poder hacer el paseíllo de nuevo en Madrid.
¿Qué te queda el resto de temporada?
Me queda Cuenca, Bilbao, Albacete, Illescas, confirmo en Nimes y a esperar a que salgan las cosas.
Además de ganarte el puesto en las ferias de primera, qué importante es poder entrar en ferias de segunda como Cuenca y Albacete.
La verdad que este año cada triunfo ha sido muy sonado y muy importante. Las empresas han querido contar conmigo y ojalá pueda conocer todas las plazas de nuestra geografía, será buena señal.
«Dios aprieta pero no ahoga y
me llega la oportunidad»
Juan Ortega quizás sea el más desconocido para el aficionado pero no es nuevo en esta plaza. Vino como novillero y confirmó hace dos años. El cartel de la corrida de la Virgen de la Paloma es un cartel de oportunidades y el sevillano viene a Madrid a aprovechar la suya.
Vuelves tras tu confirmación en 2016, habrás luchado me imagino que mucho por esta oportunidad.
Mucho no, muchísimo. Son dos años sin ir a Madrid y hemos peleado la fecha mucho. Lo intentamos el año pasado y no hubo posibilidad pero este año se ha conseguido. Dios aprieta pero no ahoga y me llega la oportunidad.
Es una fecha para eso, para ofrecer algo distinto, algo nuevo.
Es una fecha torera, cuando me dijeron que toreaba el 15 de agosto, además de la ilusión propia de Madrid, desde pequeño tenía en la cabeza el dicho que “si no se torea el 15 de agosto ni se es torero ni se es nada”, lo primero que me entró fue tranquilidad. Otros años no he toreado esa fecha y estaba nervioso por no torear el día con más toros del año. En este 2018 sí que soy torero yo (risas). La cita es importante, tras San Isidro y la Feria de Otoño, es la mejor de las fechas.
¿Cómo han sido estos años de sequía?
Pues han sido años en los que he toreado poco pero que no me ha afectado. No me ha dolido porque lo he asimilado y he toreado poco por mi culpa, las cosas no me han salido como tenían que haber salido y lo asumí. Sabía que otra oportunidad iba a tener y aquí está. El hecho de torear poco no me ha restado, al revés, iba siempre con la ilusión de esperar esa fecha.
¿Has sabido entonces tener paciencia? No es fácil.
Eso es, te lo digo de verdad, lo he sabido llevar bien, he continuado mi dinámica de vida y de entrenamiento como si estuviera toreando. En ningún momento me he venido abajo, ni he bajado el ritmo de entrenamiento, he sido constante.
¿Cómo y cuándo te enteraste que tenías hueco para agosto en Madrid?
Iba a torear yo un festival en Navas de San Juan (Jaén) y estábamos comiendo cuando me llamaron. Estábamos relajados en un restaurante, me pedí mi menú y cuando me trajeron el primero me lo dijeron y se me cortó el cuerpo, ni espaguetis ni segundo plato y menos el postre, me dio la comida (risas).
Para quien no conozca a Juan Ortega, ¿qué va a ofrecer a la afición?
Me ha gustado hacer las cosas muy lentas, un torero debe torear despacio y tener las cosas claras en la cabeza. Tiene que haber un momento de torear despacio y reunido, eso siempre lo he tenido dentro y mi preparación va encaminado a conseguir eso en la plaza. Soy un torero sevillano, llevo dos años entrenando con el maestro Pepe Luis Vargas que me ha inculcado muchos valores de los toreros de Sevilla y eso es lo que intento expresar.
¿Qué quieres que titulen el día 16?
Pues mira tengo en la cabeza la faena del maestro Morante en mayo de 2009 al toro “Alboroto” y recuerdo el titular “Antología de Morante en Madrid”. Recuerdo aquel titular y siempre he dicho que no me puedo ir de esto sin sentirme así de realizado, ojalá pudiera ver “Antología de Juan Ortega en Madrid», es un sueño que tengo desde aquel día.
“Madrid es mi plaza, me respeta y me exige”
Francisco José Espada vuelve a Madrid tras la oreja cortada en San Isidro. Fue la primera oreja del ciclo y el madrileño es consciente de la importancia de la cita un 15 de agosto en Madrid.
15 de agosto y Francisco José Espada vuelve a Madrid, una fecha especial.
Sí, la verdad que Madrid es una plaza muy especial se toreé cuando se toreé pero sí que es verdad que esa fecha es muy torera y muy madrileña, estoy muy motivado.
Esa fecha hay que ganársela y lo hiciste en San Isidro con esa primera oreja del ciclo y sobre todo la garra que sacaste y el crecimiento que se vio en la plaza. ¿Fue una tarde que significó un paso más en la corta carrera de Espada?
Sí, si estoy aquí es por mi actuación en San Isidro, para mí fue un día importante y di un pequeño paso adelante. Vuelvo el día 15 con las ganas e ilusión de reivindicar lo sucedido y de dar otro paso más.
Fue una oreja que parte del público protestó. ¿Notaste la exigencia de Madrid a un torero tan joven y con menos de tres años de alternativa?
Madrid es la plaza más importante del mundo y por ello es la más exigente. Siempre es bueno que a uno le exijan porque quiere decir que esperan cosas importantes de él.
Es una fecha en la que suelen pasar cosas importantes en Madrid. A Pepe Moral una oreja un 15 de agosto lo metió en el circuito en 2014, luego llegaría la Puerta Grande de Javier Jiménez, el año pasado la de Román. Son estadísticas y resultados pero, ¿motiva aún más saberlo?
La verdad que sí, es una fecha que tiene triunfos importantes y que siempre pasan cosas bonitas. Eso me motiva mucho y ojalá pueda ser un día importante para mí.
La ganadería, Valdefresno/Fraile Mazas.
Es una ganadería importante que siempre ha echado toros importantes y sobre el papel la corrida puede embestir. Hay que estar preparado para todo, me transmite confianza pero no sabe uno si luego va a matar un sobrero de otro hierro. Hay que estar listo para todas las circunstancias que puedan plantearse. Que lo que sea, sea para bien.
Tú especialmente sabes de circunstancias y sobreponerse, aún se recuerda aquella tarde de novillero en San Isidro en la que tras coger a tus compañeros tuviste que hacerte cargo de la lidia del resto de la novillada. ¿Notas que Madrid aún se acuerda de aquel esfuerzo sacado con alta nota?
Madrid es mi plaza, me respeta y como bien has dicho antes me exige. Aquella tarde me hice hombre y sirvió para que los aficionados se quedaran con mi nombre. Ya es pasado y en este mundo hay que dar motivos cada día para continuar la lucha y continuar persiguiendo nuestros sueños.
Es tu tercer año en el escalafón, los dos primeros rondarías la decena de festejos, este año quizás algo menos pero son años de coger rodaje y aprovechar las oportunidades. ¿Cómo vives esta etapa de comienzo? ¿Más o menos dura de lo que pensabas?
Después de la oreja de San Isidro di un pequeño paso para adelante y aunque el número de festejos no va a ser muy amplio esta temporada, sí he dado un toque de atención. Esto no es cosa de un día, y el día 15 es una fecha muy bonita para reivindicar mi toreo de nuevo y que suene mi nombre.
Hoy en día quizás una oreja en Madrid no sirve para hacer muchos contratos pero sí que sirve para volver a Las Ventas. ¿Sientes que Madrid es justa por ello?
La verdad que sí, es lo que te decía, por una oreja en Las Ventas no te vas a poner a funcionar, hay que seguir reivindicándolo, es un camino largo, poco a poco y la temporada va a acabar mejor de lo que empezó.
Se te nota contento.
Madrid es una plaza que me hace feliz, es mi plaza, es a la que van dirigidos todos mis entrenamientos, mi cabeza gira entorno a Madrid y por ello esta ilusión.
Tu carrera y también tu toreo sigue ligado a la figura del maestro César Jiménez, apoderado y mentor tuyo. ¿Notas parte de su toreo en tu esencia?
Estoy muy a gusto con él desde que empecé. Es un camino duro al no haber ninguna empresa detrás pero paso a paso conseguiremos los objetivos. La verdad que al entrenar y sobre todo al hablar mucho con él sí que coges cosas.
El 15 de agosto es una fecha en la que si pasa algo importante hay hueco en Otoño.
Sí, por eso creo que el año va a acabar bien, voy a terminar bien posicionado para el año que viene y que voy a ascender posiciones.
