Martina Gancheva enseña el mundo del toro a sus lectores a través de la figura del torero de Requena en una amplia entrevista
La periodista búlgara Martina Gancheva viajó recientemente a España para realizar diferentes reportajes y entrevistas sobre la historia y cultura valenciana. Desde esta perspectiva quiso tener una primera toma de contacto con la tauromaquia como la gran seña de identidad cultural de España en general y de Valencia en particular.
Martina quería saber qué impulsa a una persona para querer ser torero, cómo vencen el miedo delante del toro, los primeros pasos en una profesión tan dura que se inicia en plena infancia, el peligro cada tarde de toros… todo queda plasmado en la entrevista que ha salido publicada en el número de marzo de la prestigiosa revista búlgara.
Muchas preguntas y curiosidades sobre un mundo desconocido para ella y sus lectores.
Para encontrar respuestas entrevistó al diestro Jesús DUQUE por ser el último matador de toros valenciano en abrir la puerta grande de la plaza de toros de Valencia. Fue en la última Feria de Julio, celebrada en 2019, cuando el diestro de Requena salió a hombros por tercera vez en su carrera por la puerta grande del coso de la calle de Xátiva.
BIOGRAPH es la revista búlgara de lujo dedicada a personas influyentes tanto de Bulgaria como de otros países del mundo. Es la revista de mayor tirada del país que sale a la calle con carácter mensual con más de doscientas páginas de contenido dirigida a un público exigente que busca un acercamiento integral y profundo a las biografías de figuras clave de la historia y la modernidad.
La publicación cuenta además con una crónica de los eventos del último mes, una sección de estilo de vida con un enfoque en la moda actual y otros elementos de la vida moderna, así como una sección con reseñas de nuevas películas, álbumes de música, libros y otras obras de arte.
Sinopsis sobre la amplia entrevista publicada en el número de marzo de la revista Biograph:
Los inicios.
«Desde pequeño he querido ser torero. No tengo ningún antecedente taurino en la familia, y a mí me nace ese sentimiento, por eso creo que el torero nace. Nadie me inculcó nada relacionado con el mundo del toro, mi pasión por los animales me llevó a ser torero. Con tres años repetía una y otra vez que quería ser toro, con el paso del tiempo y ver que aquello no podía ser, es cuando tuve claro que mi figura era la de ser torero. No he querido ser nunca otra cosa en mi vida que matador de toros, me cuesta pensar en mi vida dedicándome a otra cosa. Ser torero es una manera de entender, sentir y vivir la vida. Es lo que me hace feliz, y por mucho sacrifico que lleve merece la pena».
La primera vez.
«Con doce años me puse delante de un becerro por primera vez en público. Son momentos que nunca se olvidan y que marca tu carrera. Son momentos especiales, soñados, el punto de partida de un sueño».
El miedo.
«Al final, todos tenemos miedo. Nadie quiere que pase nada pero los toreros asumimos el riesgo y somos conscientes del peligro real que hay cada tarde. Es una circunstancia que puede ocurrir y nadie está libre. El miedo se interioriza y nunca se pierde».
«Tengo tres cornadas, pero duele más el trato que en ocasiones se recibe en los despachos a la hora de la contratación».
La Fe.
«Soy católico, creyente y practicante. Devoto de la Virgen del Remedio a quien siempre me encomiendo. Ahora tengo una estrella en el cielo que me cuida y me protege; desde que falta mi madre sé que vela por mí y me ayuda en todo lo que necesito desde ahí arriba».
Costumbres.
«Las zapatillas es lo último que me pongo a la hora de vestirme, no me las pongo hasta que voy a salir del hotel. Me gusta dejar las luces encendidas, para poder apagarlas cuando regrese. Cuando vuelvo a una plaza donde salieron bien las cosas me gusta repetir rutinas: mismo restaurante, misma comida… los mismos hábitos para que el triunfo se repita de igual manera».
El toro.
«El toro es el protagonista en una corrida. Con el torero establece un diálogo a través de su mirada, con ella te dice muchas cosas, es igual que con las personas. Más allá de las palabras una mirada te puede decir mucho más».
«Durante la lidia hay una comunicación entre toro y torero para que aquello pueda resultar algo mágico».
La preparación.
«La preparación de un torero tiene muchas similitudes con la de un deportista de élite. Tienes que estar muy preparado, estar todos los días con los trastos de torear, no descuidarte físicamente porque al final, cuando sales a la plaza la tensión es muy alta. La adrenalina es tanta, que tienes que estar al doscientos por ciento. La preparación es clave y fundamental para afrontar esos momentos de tensión y miedo que te hacen perder capacidades».
Los sueños.
«Sueño con llegar a lo más alto y dejar un buen recuerdo en la afición. Seguir por el camino que me he marcado de la honradez y la humildad así como con los valores que me ha inculcado mi familia. Sueño con estar anunciado en las grandes plazas y ferias, triunfar en todas ellas y dejar ese buen recuerdo tanto profesional como personal. Quiero dejar mi granito de arena en la tauromaquia para que siga adelante como parte esencial de nuestra cultura».