Talavera de la Reina 2018

Una gran novillada de Fernando Peña, en el que uno de sus utreros fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre

 Los novilleros Antonio Catalán “Toñete” y Tomás Rufo, que debutaba con caballos, salieron hoy a hombros en el festejo matinal de Talavera de la Reina (Toledo) con una gran novillada de Fernando Peña, en el que uno de sus utreros fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.

Se lidiaron seis novillos de Fernando Peña, bien presentados y de buen juego, especialmente el cuarto, premiado con la vuelta al ruedo. También el mayoral de la ganadería dio una vuelta al anillo en honor la gran novillada lidiada, y en la que fueron aplaudidos también los otros cinco arrastres.

Antonio Catalán “Toñete”, oreja y oreja.

Marcos, oreja y silencio.

Tomás Rufo, que debutaba con picadores, oreja y oreja.

La plaza registró menos de un cuarto de entrada en los tendidos.

Agencia EFE

Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por Ángel Peralta.

El diestro Álvaro Lorenzo, que cortó un rabo, hizo lo mejor del festival celebrado hoy en Talavera de la Reina (Toledo) a beneficio de la Unión de Toreros y la Asociación Española contra el Cáncer, en el que también brillaron Enrique Ponce, Cayetano, López Simón y Toñete.

Se lidiaron novillos de Capea, Dolores Rufino, Los Azores, El Pilar, Garcigrande y Juan Manuel Criado. Muy bueno el de Garcigrande, bueno el de El Pilar. Manejables el resto.

El rejoneador Sergio Galán, ovación.

Enrique Ponce, oreja.

Cayetano, dos orejas.

López Simón, dos orejas.

Álvaro Lorenzo, dos orejas y rabo.

El novillero Toñete, dos orejas.

Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por Ángel Peralta.

La plaza registró tres cuartos de entrada en los tendidos.

Las cosas no ocurren porque sí, sino que suele tener un trasfondo. El pasado domingo Álvaro Lorenzo cortó tres orejas en Las Ventas y en Talavera, aunque fuera con un novillo, demostró que está que lo borda.

Sensacional a la verónica tanto en el recibo como en el quite, y extraordinario con la muleta frente a un gran utrero de Garcigrande, sobresaliendo al natural, por donde aunó mando y estética clásica.

López Simón también dio un toque de atención sobre su cantada -y esperada- recuperación. Dispuesto, con ajuste y tranquila ambición.

Cayetano empapó su actuación se empaque, mientras que el novillero Toñete se las vio con un oponente de escaso fuelle, lo que no fue óbice para le intentara hacer de todo hasta arrancarle dos generosas orejas tras una buena estocada.

Ponce puso temple y suficiencia a una embestida destemplada al novillo de mejor entidad del festejo, que estuvo prologado por una actuación de más a menos del rejoneador Sergio Galan, quien perdió trofeo -o trofeos- por el mal uso de los aceros.

Agencia EFE