Puerta Grande para Padilla y Ginés Marín en el cierre del Pilar de Zaragoza
Completaba el cartel López Simón, que también mostró un gran nivel, cortó una oreja y perdió otra por el mal uso de los aceros.
Juan José Padilla y Ginés Marín han salido por la Puerta Grande de La Misericordia en el penúltimo festejo de la Feria del Pilar celebrado este sábado con casi lleno en los tendidos. Completaba el cartel López Simón, que también mostró un gran nivel, cortó una oreja y perdió otra por el mal uso de los aceros.
Padilla dejó claras sus intenciones recibiendo al primero de la tarde con una larga cambiada a la que siguieron verónicas a pies juntos. La conexión con los tendidos creció en un vibrante tercio de banderillas que cerró al violín. Ya en la muleta, el de Olga Jiménez solo le permitió ligar una serie de derechazos antes de irse a tablas, donde el ‘Ciclón de Jérez’ se vio obligado a continuar la lidia, basada principalmente en el pitón derecho. Mató de media tendida y fue silenciado. Con el cuarto, volvió a hacer vibrar al público maño en los primeros tercios, destacando el quite por faroles. Inició faena de rodillas y pudo estar a gusto ante un toro que repetía. Tras un final de faena bullicioso, Padilla recetó en los medios una estocada entera de rápido efecto que llevó al público a pedir las dos orejas concedidas por el presidente.
López Simón pudo lucirse con la verónica en el recibo capotero del primero de su lote, que evidenció escasez de fuerzas en los primeros compases y recibió poco castigo en el caballo. Con un templado inicio de faena se sacó el toro a los medios, donde le instrumentó dos series por la izquierda, importante sobre todo la primera, antes de probar u pitón derecho por el que ofreció más clase, empañada al perder las manos en el tramo final de cada serie. El arrimón en el último tramo de la faena y el cierre por manoletinas caló mucho en los tendidos, pero el mal uso de la espada esfumó la posibilidad de premio y fue silenciado tras aviso. El cuarto también permitió ver el buen momento del de Barajas. Un pase cambiado precedió a dos series rotundas por la derecha. La faena cogió altura con la mano izquierda, pero el toro se apagó pronto y se fue a tablas. Allí, un López Simón entregado sacó en cercanías más de lo que el toro tenia y fue premiado con una oreja tras pinchazo y estocada entera.
Por su parte, Ginés Marín brilló recibiendo con verónicas y chicuelinas al tercero de la tarde, al que sabía que no podía obligar mucho en el inicio de faena. Desde la primera serie, Marín se acopló a la perfección, le dio al de Olga Jiménez la distancia justa y pudo derrochar torería en un buen puñado de tandas por los dos pitones. Ceñidas bernardinas y un largo pase de pecho de remate terminaron por poner en pie a La Misericordia. Media estocada bastó para que doblara el toro y su faena fue premiada con las dos orejas. Mucha menos transmisión y clase tuvo el segundo de su lote, ante el que pese a las adversidades Ginés fue capaz de dejar algunos detalles con la diestra. Saludó ovación tras aviso antes de salir a hombros.
Ficha del festejo.
8ª de abono en la Plaza de Toros de La Misericordia. Cuatro primeros toros de Olga Jiménez y dos últimos de Hermanos García Jiménez.
Juan José Padilla, silencio y dos orejas.
Ginés Marín, dos orejas y saludos
López Simón, silencio tras aviso y oreja
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