feria de Santiago 2016

Orejas para Alejandro Marcos y Luis David Adame en la novillada de Santander

 Los novilleros Alejandro Marcos y el mexicano Luis David Adame cortaron una oreja cada uno hoy en Santander, en una tarde en la que estuvieron por encima de sus respectivos lotes de novillos de José Cruz, y en la que el tercer espada, Rafael González, dejó también una buena impresión.

FICHA DEL FESTEJO

Novillos de José Cruz, bien presentados, cuajados en sus diferentes hechuras y alzadas. Aprovechable sin excelencia el primero; rajado el segundo; muy noble y suave el tercero; áspero el cuarto; Y mansotes, quinto y sexto.

Alejandro Marcos, oreja y ovación.

Luis David Adame, ovación y oreja.

Rafael González, ovación tras leve petición y ovación tras dos avisos.

Al finalizar el paseíllo, se guardó un minuto de silencio en memoria del fotógrafo taurino Francisco Cano “Canito”.

La plaza registró media entrada en tarde soleada y agradable.

MÁS NOVILLEROS QUE NOVILLOS

Alejandro Marcos se plantó de hinojos para enjaretar tres largas afaroladas de rodillas en el tercio a “Camorrista”, castaño, astigordo y abrochado, alto, de manos largas pero con cuello suficiente para descolgar las embestidas.

Se gastó mucho en un puyazo largo en el que hizo buena pelea. Manó abundantemente la sangre. Con todo, regaló algunas embestidas profundas por el pitón izquierdo, que aprovechó por momentos Marcos para empaparlo en la muleta y correr la mano. Por el derecho se quedaba más corto y acusaba la sangría.

La variedad de repertorio muletero en prólogo y epílogo dieron cuerpo a un quehacer rematado con media desprendida con derrame, argumentos suficientes para la petición y la oreja.

El cuarto, muy áspero, brusco, repartiendo cabezazos a diestra y siniestra, quedó sin embargo muy poco picado y era el que más necesitada ser ahormado. Marcos se empecinó sin cuento en arrancar la oreja que le faltaba para descerrajar la puerta grande, sorteando los testarazos que se le venían encima, mas era imposible.

Luis David Adame atrapó el temple que parecía traer Agualimpia en las venas en una verónica que todavía ondea, otras dos y una media con aromas de Chenel en los medios. El valor lo mostró el mexicano con las dos rodillas atornilladas en la arena; la clase y la capacidad técnica fueron argumentos apabullantes para quedar muy por encima de un novillo finalmente rajado.

Lo trató como si fuera bueno, esperándolo mucho y templándolo a pesar de la embestida capada y los parones. Así fueron posibles algunos milagros en forma de muletazos en redondo y dos circulares inmensos. Se tiró a matar con furor de azteca antiguo y cobró la estocada de la tarde.

Puñalero, de generosa alzada, fue un mansote que se movió sin clase ni ritmo, pero le bastó a Adame para inventarse una faena presidida por el mando y el buen gobierno en el toreo fundamental. Con el público ya ganado desde el volandero quite por zapopinas, la eficacia en el uso de la tizona le permitió pasear un trofeo.

Rafael González sorprendió con su estilo capoteo virgen, codilleando, trayendo el lance hecho y de superior lentitud y regusto; la bondad de Golondrino, cuajado y con romana como todo el encierro, colaboró para que brotara sin tropiezos este mazo de verónicas.

Desde el morrillo hasta los belfos era el animal una cuesta abajo que indicaba predisposición a humillar y deslizar. Lo hizo cuando se le dio distancia y no tropezó el engaño. Ahí hubo momentos de toreo al ralentí que hacen atisbar que González posee el secreto del temple. En los medios recetó una estocada rinconera con abundante derrame.

El sexto fue otra historia, mansote, acometiendo a oleadas, cortando y poniendo en apuros a la infantería en banderillas. Quedó brusco en el último tercio y González trató de atemperarlo con la medicina del mimo al bambolearle la muleta, con buen resultado en la primera serie a derechas. Además se puso en el sitio y atalonó la figura.

Agencia EFE

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Enrique Ponce cincela una obra maestra con música de Morricone en Santander

Una obra magistral diseñada por Enrique Ponce, un compendio de todas las bellas artes la realizada en Santander

El torero Enrique Ponce cuajó hoy de manera magistral al toro “Bendecidito”, de Miranda y Moreno, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, en una faena ambientada con música de Ennio Morricone, premiada con dos orejas y que forma ya parte de la historia de la plaza de Santander.

FICHA DEL FESTEJO

Toros de Miranda y Moreno, el quinto como sobrero al ser devuelto el segundo y correrse turno, muy mal presentados por anovillados los jugados como primero, segundo, y tercero. La segunda mitad del encierro tuvo mejor y más seria fachada. El cuarto, “Bendecidito” de nombre, fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.

Enrique Ponce, oreja con petición de la segunda y dos orejas.

Juan del Álamo: aviso y ovación tras leve petición, y vuelta al ruedo tras dos avisos.

Andrés Roca Rey, ovación y palmas tras aviso.

La plaza registró dos tercios de entrada en tarde con molestas rachas de viento en la primera mitad del festejo.

COMPENDIO DE LAS BELLAS ARTES

Fue un milagro. La Banda Municipal de Música atacó los suaves compases del tema principal de la película “La Misión”, una pieza de Ennio Morricone que, por lo melancólico y pastueño del inicio, sorprendió a un respetable en perfecta simbiosis con una obra magistral diseñada por Enrique Ponce, un compendio de todas las bellas artes.

“Bendecidito” lo estuvo desde que el destino puso a Ponce en su camino. Hombre, animal y el son creciente de la pieza musical se fundieron en una obra que quedará para la historia del coso santanderino de Cuatro Caminos.

Se sucedían las series ligadas, rítmicas, por ambas manos, con esa diestra magnética que ha hecho del poncismo una religión de más de 25 años de vigencia. Y Ponce se templaba embebido en esas notas suspendidas en el aire mientras caminaba en torero al entrar y salir de la cara del toro tras reivindicar la grandeza del toreo ligado y bello que alumbraron Joselito y Belmonte.

Vertical la figura, juncal la cintura, hasta atrás el vuelo de la muleta y las poncinas finales ligadas como delicioso delirio, con la magia de la música enardeciendo los espíritus. Lo pinchó y dejó luego media estocada. Ahí quedaba la obra, inmarcesible, y dos orejas volaron a sus manos mientras el presidente ordenaba el arrastre lento del nobilísimo animal.

La primera exigencia por abajo en forma de trincherazo dio con los huesos del primero en la arena. Y tras sobarlo y aguantar las molestas rachas de viento, alcanzó Ponce una gran diestra ligada en el tercio del seis coronada por uno de pecho eterno. También lo cuajó con la zurda. Y donde se posaron los papelillos anidó el temple en una ronda cumbre. La espada en el rincón y un trofeo más.

Roca Rey imantó a público y toro desde el saludo capotero a su primero. Lo templó desde el primer lance y le esperó con valor pétreo cuando se le vino pensándoselo al enjaretarle la larga de remate. Escasito de pitones y de fuelle, se le sangró poco a este tercero, que estaba en el límite.

No transmitió absolutamente nada y se paró muy pronto. Ni siquiera el arrollador huracán del Perú pudo poner en ebullición la puchera santanderina, a pesar de probarlo todo, incluso una arrucina prolongada en cambio de mano. Y, cosa rara, sólo enterró media espada.

El sexto tampoco le ayudó, pues duró poco y no transmitió absolutamente nada.

El segundo bis, con carita de novillo, salió descoordinado. Pañuelo verde y Juan de Álamo optó por correr turno. Salió un ejemplar anovillado, bajo, de generoso cuello y hechuras diseñadas para embestir.

En el tercer “round” del muleteo se templó Del Álamo tras dos asaltos de intercambio de golpes demasiado fulgurantes, pero el toro se derrumbó en el de pecho. Crepitaron luego dos naturales de muleta rastrera en una serie frondosa y con altibajos, que fueron tónica dominante en un larguísimo quehacer. Lo mató muy bien, haciéndolo todo el torero.

El quinto deslizó muy noble por los dos lados. Del Álamo amontonó muchas series en labor de demasiado metraje.

Agencia EFE

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Santander abre la tarde con Cubano

Los toros de Miranda y Moreno ya estan listo para saltar al ruedo de la plaza de toros de Santander para ser lidiados esta tarde por Enrique Ponce, Juan del Álamo y Roca Rey.

El orden de lidia es el siguiente

1º) ‘Cubano’, nº 8. Negro mulato. De 11/11 y 472 kgs.
2º) ‘Pelu’, nº 29. Negro. De 01/12 y 498 kgs.
3º) Esturreado, nº 34. Negro listón. De 12/11 y 485 kgs.
4º) ‘Bendecidito’, nº 2. Tostado. De 11/11 y 503 kgs.
5º) ‘Quitapelos’, nº 5. Negro mulato. De 01/12 y 482 kgs.
6º) ‘Exótico’, nº 24. Colorado. De 11/11 y 525 kgs.

Sobrero:
1º) ‘Rey Chico’, nº 21. Negro listón. De 10/11 y 566 kgs.

Ganaderia de Miranda Moreno

PropietarioAgrícola y Ganadera Collado de Santa Ana, S.L.
RepresentanteD. Javier Moreno Arocena
DivisaVerde y encarnada.
Señal orejaDespuntada en ambas.[despuntada]
Finca‘Collado de Santa Ana’ 23210 GUARROMÁN (Jaén)
HistoriaGanadería creada al amparo del artículo 5 bis b) de los Estatutos, con vacas y sementales de la ganadería de ‘Miranda y Moreno’, ‘Las Ramblas’ y ‘Toros de El Torero’.
Procedencia actual‘Miranda y Moreno’, ‘Las Ramblas’ y ‘Toros de El Torero’.
MayoralD. José Martínez Alonso.

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