Las plazas de toros de Vitoria, La Coruña, San Sebastián, Cáceres y Villena sufren el mismo riesgo, debiendo ser igualmente protegidas con la legislación existente para ello
Las leyes que protegen la Tauromaquia aprobadas en los años recientes, resultan un efecto de extraordinaria trascendencia: han creado una nueva situación jurídica que regula los bienes muebles e inmuebles que integran el extenso patrimonio cultural inmaterial del pueblo español.
Esto afecta, de manera muy especial, al nuevo régimen aplicable al rico patrimonio arquitectónico que conforman las plazas de toros, algunas de ellas centenarias o bicentenarias, esparcidas por toda la geografía española.
La AIT solicita al ministro de cultura su intervención sobre este inmueble sujeto a protección especial
El patrimonio cultural inmaterial lo componen tanto los bienes muebles vinculados a las respectivas manifestaciones culturales, como los inmuebles donde estas se recrean, y ello abraza especialmente a las plazas de toros, estando la protección que las nuevas leyes otorgan referida no sólo al deterioro, falta de mantenimiento o menoscabo de los valores materiales que integran estos edificios, sino que también las protegen del expolio que puedan causar en los fines/usos para los que fueron construidas, por su desuso o el menoscabo de su función social.
Por tal razón, en virtud de que la competencia de la protección de este Patrimonio compete a la Administración Central del Estado, la Asociación Internacional de Tauromaquia (AIT) ha solicitado al Ministerio de Cultura el inicio del procedimiento que incluya la Plaza Monumental de Barcelona en la “Lista de Bienes del Patrimonio Cultural Inmaterial en Peligro”, habida cuenta de la incertidumbre que se cierne sobre ella en razón de su desuso, y la posibilidad deque pueda dejar de cumplir la función para la que fue construida o sufrir deterioro o su pérdida.
Ya existe en Cataluña un precedente con un alto costo para el Patrimonio Cultural de la Tauromaquia, que consistió en la conversión de la Plaza de las Arenas de Barcelona en un centro comercial, circunstancia que se llevo a cabo porque no eran aplicables las leyes que ahora blindan y protegen la Tauromaquia y todos los bienes muebles e inmuebles que la integran como Patrimonio Cultural.
La AIT, invita a todos los aficionados y/o propietarios de estos inmuebles, a velar por la existencia de las plazas de toros en perfectas condiciones, activando estos procedimientos de protección, que hoy las leyes reconocen y contemplan, actuando inmediata y eficazmente ante cualquier acción u omisión que perturbe el cumplimiento de su función o impliquen amenazas de deterioro o pérdida de tan importante patrimonio.