Belmonte anunció la venida de Manolete y Ponce

FOTO Belmonte 1927 PACO LAGUNA

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Juan Belmonte predijo que, “un día vendría un torero que haría faena al 90 % de los toros”, y no vino uno sino dos. El primero nació en Córdoba, se llamó Manolete y fue IV Califa del toreo cordobés, y el segundo nació en Chiva (Valencia), se llama Enrique Ponce y es Catedrático en Tauromaquia.

Manolete cambió el Toreo, consolidó la ligazón de los pases, introdujo nuevas formas y conceptos, lo le permitió hacer faena a casi todos los toros (naturalmente aquellas faenas a aquellos toros). Fue un innovador, más que un revolucionario, ya que no pretendió eliminar lo anterior. Se puede considerar el padre de la modernidad en el Toreo.

Pero El Toreo, como todo en la vida, continuó evolucionando y actualmente los toros y las faenas que se exigen son muy diferentes, porque los públicos y las figuras así lo demandan (como siempre ha sido). A los toros se les exige que embistan humillando, con recorrido, con clase y además que duren muchos muletazos. El toro actual debe ser un gran atleta, para soportar 30 muletazos por abajo y un recorrido de 3-4 metros en curva. A los toreros se les exige casi la perfección, no se toleran los enganchones, y además hay que ligar los muletazos.

El maestro Ponce, dotado de una inteligencia superior para la Tauromaquia, logra hacer faena a casi todos los toros. Obviamente todas sus faenas no son de 30 muletazos, arrastrando la muleta y rompiendo al toro, porque todos los toros no lo soportan, y precisamente su éxito está en que sabe dar a cada toro su lidia, hacer a cada toro su faena, exigirle solo al que se puede exigir, a los otros llevarlos a su altura, e incluso aliviarlos cuando es menester. Así los mete en la muleta y hace que vayan tras ella, como hipnotizados, con la ilusión de cogerla.

Por poner un solo ejemplo, en la corrida del día 11 de Octubre de 2017 en Zaragoza, nadie hubiera imaginado que podría formarle el lio que le formó a su segundo toro (cuarto de la corrida)cuando cogió la espada y la muleta, porque el toro no había mostrado signos que lo presagiaran. Pero es que eso lo ha hecho muchas veces a lo largo de sus casi 28 años como matador de toros.

Los toros, los toreros, el Toreo en general continuará evolucionando para mejorar, y vendrán nuevos genios, porque un arte tan grandioso, tan sublime, tan profundamente arraigado en el pueblo español, resistirá los ataques de antitaurinos y antisistema pagados, de políticos totalitarios y de taurinos desaprensivos.

Rafael Comino Delgado

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