Feria de Santiago 2018

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Perera se inventa la primera Puerta Grande de la feria de Santander

Miguel Ángel Perera abrió hoy la primera Puerta Grande de la feria de Santander, un triunfo que el propio extremeño tuvo que inventarse

El diestro Miguel Ángel Perera abrió hoy la primera Puerta Grande de la feria de Santander, un triunfo que el propio extremeño tuvo que inventarse al cuajar, primero, al mejor toro de la corrida, un remiendo de Fernando Sampedro, y luego acobardar a un “inmueble” del hierro titular de Miranda y Moreno.

Ese remiendo de Fernando Sampedro, que abrió plaza, no era presentable. Por su anovillada expresión. Por sus pitoncitos romos, con escaso macizo.

Galopó en el amplio quite de Perera, quieto como un poste en los medios, por saltilleras y luego lances de frente por detrás. También hubo estatismo total en su clásico inicio muletero con los cambiados por la espalda. Y al final, recordando a Paco Ojeda, con el toro describiendo ochos hasta el infinito alrededor de las femorales.

Fue cosa de mérito, pues el de Sampedro comenzó persiguiendo la tela rebrincando. Nunca entregado, siempre la cara arriba. Hasta que el buen trato recibido, temple y pulso, le hizo entregarse al poderoso concepto del incombustible Perera. La espada trasera, el rememorar a Julio Robles en muletazos post estocada, y la primera oreja.

Mejoró la fachada de la presentación con el segundo, del hierro titular de Miranda y Moreno. Que cambió a peor en banderillas, donde se lució un Iván García que encontró toro en todos los terrenos. Pues tuvo poca fijeza el animal, mirón, y embistiendo con brusquedad. Sin ritmo sostenido. Cayetano porfió con él, honesto, y lo pinchó.

El astigordo tercero (de Fernando Sampedro nuevamente) quería coger las telas por abajo. Pero la fuerza no le sobraba. Se paró muy pronto, incluso desde las cercanías a las que se vio obligado Álvaro Lorenzo, que llegó a apabullarlo metido entre los pitones.

La segunda mitad de la corrida ya fue toda del hierro que figuraba en los carteles. Aunque el cuarto bien pudiera haber lucido el de Guisando. Por lo parado. Por lo pétreo. Sólo se disparó la emoción verdadera en el tercio de varas. Francisco Doblado se agarró extraordinariamente, en el límite del derribo. Cuatro Caminos supo valorarlo y le ovacionó largamente.

Luego, Perera avasalló al animal pasándose los pitones por el bordado de la taleguilla. Una y otra vez. Copiosamente. Hasta que enterró el acero una chispa desprendido, a pesar de que nada le ayudó. Era la oreja que valió la puerta grande, tras calibrar el palco un petición que rozaba la mitad más uno, por exceso o por defecto.

El colorado quinto defendía su trapío con su tercio anterior, alto y con las negras puntas de los pitones apuntando al cielo. Intermitentes fueron sus dóciles y nobles embestidas. Sin ligazón el quehacer de Cayetano, con algún muletazo con cierta apostura. Que bastó, unida al espadazo, para una petición que esta vez sí quedó lejos del premio.

Se lesionó la mano izquierda el sexto. Su buena condición le mantuvo acometiendo, pero condicionado por su problema motriz. Álvaro Lorenzo lo pasó con pulcritud por ambos pitones. Como para no desentonar con lo hecho por sus compañeros de terna terminó recurriendo al arrimón. A meterse en el terreno del toro. A los circulares.

FICHA DEL FESTEJO.- Cuatro toros de Miranda y Moreno, de correcta presentación: Brusco y sin ritmo el segundo; muy parado el cuarto; intermitente el dócil quinto; el sexto se lesionó la mano izquierda, lo que limitó su buena condición. Y dos de Fernando Sampedro, mal presentados: Con duración, el noble primero, y parado el tercero.

Miguel Ángel Perera, de caldero y oro: estocada trasera (oreja tras aviso); y estocada desprendida (oreja).

Cayetano, de tabaco y oro: dos pinchazos y estocada desprendida (silencio); y estocada desprendida y descabello (ovación tras petición).

Álvaro Lorenzo, de tabaco y oro: tres pinchazos y estocada desprendida (silencio tras aviso); y pinchazo y estocada trasera (ovación tras aviso).

En cuadrillas, saludaron tras banderillear al primero Javier Ambel y Guillermo Barbero.

La plaza rozó el lleno.

CRÓNICA AGENCIA EFE, FOTO PRENSA MIGUEL ÁNGEL PERERA

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javier cortes

Javier Cortés pierde con la espada la Puerta Grande en Santander

El diestro Javier Cortés cortó la única oreja de la tercera de abono de la feria de Santander, una corrida de La Quinta con la que Román dio una vuelta al ruedo y Fortes, con un lote imposible, hizo el esfuerzo, aunque, al final, lo que casi consiguió es que le echaran un toro al corral.

Cárdeno se encapotó el cielo de Santander y cárdenos, en distintas tonalidades, fueron los santacolomeños toros de La Quinta. La mal llamada “corrida dura” del serial.

Todo lo quería por abajo el primero. Gran humillador, pero reponiendo terreno en el saludo capotero de Javier Cortés. Rompió la faena en la personal serie zurda con diversos registros estéticos: a pies juntos y mirando al tendido el primer natural y despatarrado el resto, hundido el cuerpo en la arena, barriéndola con los flecos de la muleta.

Quedarán en el tesoro de la memoria de la Feria los surcos de aquellos naturales tan profundos, tan entregados.

Después de lo barroco volvió a la serenidad de las formas verticales. Mayestático, mimó con la diestra una embestida cuyo principal defecto era la salida del muletazo, algo distraída. Estocada perdiendo la muleta y primera oreja de la tarde.

El segundo fue una “prenda”. Ni uno tenía. Cruzado en los capotes, puso a la infantería en apuros. Fortes trató de imantar su alocada acometida en los doblones iniciales. Lo que siguió fueron embestidas al paso con el pecho del torero en el punto de mira. Abrevió con buen criterio.

La fiera, cual Moby Dick, se tragó dos estocadas más dos pinchazos. Ni la boca abrió. Con el tercer aviso a punto de sonar acertó Fortes con el estoque de cruceta.

En las antípodas se movió el tercero. Obediente a los toques, noble, sin aspereza alguna. Le faltaron finales, varios puntos de entrega en su ánimo colaborador. De ahí que el toreo de Román quedara en un pulcro esbozo, en un boceto rubricado con medio espadazo arriba que fue suficiente.

La finura de hechuras de la primera mitad del encierro la quebró el cuarto, más basto en la envoltura de sus 542 kilos. Derribó en varas. Por el izquierdo se acostó mucho. Fue por tanto a derechas el trasteo de Javier Cortés, todo muy ligado y profundo. En carrusel en ocasiones.

La puerta grande que parecía ganada se diluyó en cuanto el toro comenzó a hacerle hilo. A gazapear. Todo se descompuso. No le dejó colocarse para matar y lo pinchó tres veces.

La armonía de hechuras del quinto, rectilíneo el lomo, generoso el cuello, cerrando la cara los engatillados pitones, fue ovacionada. Se salió con él hasta la boca de riego Fortes, templando a la verónica. Empujó con la cara abajo en el peto. Un espejismo. Nunca se fue más allá de los vuelos de la muleta del malagueño, pegajoso en su sosería, además. Sin ritmo.

El sexto comenzó embistiendo acorde a su gran altura de agujas: las manos por delante y la cara en la esclavina del capote. Luego, aunque repetidor, siempre sacó la cara por encima del palillo.

La virtud de Román fue el querer y la ligazón, el engarce, que aquello no parara. Pero se echó en falta temple. Todo se sucedió al ritmo vertiginoso que marcó el toro. Anduvo listo cuando se le arrancó en la suerte suprema. Metió la mano hasta la empuñadura del estoque en el mismísimo hoyo de las agujas. El palco no atendió una petición de oreja en el límite de la mayoría.

FICHA DEL FESTEJO.- Seis toros de La Quinta, ofensivos por delante, de pocas carnes y finas hechuras los tres primeros, con más remate la segunda mitad. De buena clase y repetición, el noble primero; de instintos homicidas, el segundo; noble sin gran entrega, el tercero; de aprovechable pitón derecho, el gazapón cuarto; pegajoso, el soso quinto; sin humillar, el repetidor sexto.

Javier Cortés: estocada perdiendo la muleta (oreja); y dos pinchazos al encuentro, pinchazo, estocada tendida y descabello (ovación).

Fortes: pinchazo, casi entera delantera y perpendicular, nuevo pinchazo, estocada pescuecera y dos descabellos (silencio tras dos avisos); y bajonazo y descabello (silencio).

Román: Media tendida (ovación); y buena estocada al encuentro y descabello (vuelta al ruedo tras petición).

La plaza registró tres cuartos de entrada.

CRÓNICA DE JUAN ANTONIO SANDOVAL PARA AGENCIA EFE == FOTO DE ARCHIVO

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FCO DE MANUEL SANTANDER

Mora y De Manuel “tocan pelo” y Grande sorprende gratamente en Santander

Los novilleros Pablo Mora y Francisco de Manuel cortaron una oreja cada uno en el segundo festejo de la Feria de Santiago de Santander, en una tarde en la que sorprendió muy gratamente Antonio Grande, que, aun sin pasear trofeos, dejó muy buen sabor de boca.

Pablo Mora se fue a recibir al primero a portagayola. En toriles no aguardaron a que se hincara de hinojos en la arena. Con la res encima y casi en los medios resolvió bien el trance de la larga cambiada de rodillas. Calidad excelsa del novillo de Zacarías Moreno. Un “zapatito”, que se dice en la jerga. Otra cosa fueron las fuerzas y el poder. Nulos.

Mora lo atacó desde el inicio en series largas, terminando con una a derechas con el animal en el suelo. Su templado hacer no tuvo contrapunto en una embestida lastrada por una blandura extrema.

El cuarto, de anatomía amontonada con sus 515 kilos, fue otra cosa, con su profundo viaje por el pitón derecho, el hocico por los suelos. Pablo Mora inició y finalizó el trasteo de muleta de rodillas. En novillero.

Ya en pie y desde la media distancia fue pulseándolo hasta acoplarse con él a mitad de faena. Desde ahí hasta la fulminante estocada en la que atacó muy recto, todo fluyó suavemente por la diestra, con la ligazón que permitió el dejarle el engaño muerto detrás de la cadera. Trazo largo y apostura estética. Al natural el viaje era más desigual y nada se redondeó. Oreja de ley.

El segundo, alto y cuajado, perdió las manos en el primer tercio y los cuartos traseros en el de banderillas que protagonizó Francisco de Manuel, que embrocó con limpieza en el pitón de salida y algo más despegado en el tercer par al quiebro.

Muy adecuado por tanto el inicio muletero por alto. Se tragó los muletazos el burel sin decir gran cosa por la derecha. Cuando De Manuel cogió la izquierda su oponente ya estaba moribundo. Un natural templado y excelso todavía dura. Dio gusto verle llenar con su empaque y buen concepto los vacíos que dejó el claudicante torete. Tras pinchar dejó una gran estocada, entrando muy despacio.

El quinto, con cuajo de cuatreño, fue el más dificultoso del encierro. Por el derecho se quedaba muy corto, siempre debajo de los vuelos de la muleta. Por el izquierdo se desplazó algo más. Trasteo muy largo con un De Manuel afanoso. Lo mejor, otra gran estocada arriba que dio con los huesos del astado en la puerta de chiqueros. Oreja para él.

Sorprendió Antonio Grande por su interpretación del toreo a la verónica, muy asentado de plantas y de suerte cargada. Intercaló chicuelinas y al rematar el recibo capoteo lanzó tarde el percal y el novillo se le venció cogiéndole por el pecho. Cogida aparatosa sin consecuencias graves.

Continuó tratando de hacer el toreo bueno con la muleta, muy cruzado, encajado siempre en los riñones, con muletazos de buen trazo, pero ante él se encontraba la apología del descaste, un tercero totalmente parado.

El sexto comenzó echando las manos por delante y acometiendo con la cara por las nubes. Grande lo condujo con mimo en una primera tanda a derechas también fue de exigencia, rematando por debajo de la pala del pitón.

Lo mejor llegó al natural. La figura muy rota, el cuerpo entregado y la cintura flexible. Siempre los pitones muy cerca y el remate curvilíneo, atrás. Y ligando. Grande toreó despacio, largo y engarzado. Como en el tercero, la espada cayó muy tendida y hubo que requerir al verduguillo. Una lástima.

FICHA DEL FESTEJO.- Novillos de Zacarías Moreno, desiguales de presentación, descastados y sin fuerza los tres primeros; de embestida enclasada, humillada y profunda por el derecho, el cuarto; correoso y de viaje corto, el quinto. aprovechable por el izquierdo, del sexto.

Pablo Mora: media caída (ovación); y casi entera fulminante (oreja).

Francisco de Manuel: pinchazo y gran estocada arriba (ovación); y gran estocada (oreja).

Antonio Grande: media tendida (ovación); y casi entera trasera y muy tendida, descabello, otra media trasera y nuevo descabello saludos (tras aviso).

La plaza registró media entrada.

CRÓNICA DE  JUAN ANTONIO SANDOVAL PARA AGENCIA EFE <> FOTO @FDMPRESS 

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Diego Ventura

Diego Ventura refrenda en Santander su imparable cotización a lomos de Dólar

El rejoneador Diego Ventura y su caballo Dólar pusieron hoy en éxtasis los tendidos santanderinos de Cuatro Caminos tras el par de banderillas a dos manos sin cabezada, que fue la culminación de una importante labor al el quinto de Los Espartales, al que cortó las dos orejas.

El sol iluminó, al fin, el inicio de la semana taurina del gris verano santanderino. La Banda Municipal aguardó hasta la tercera banderilla que colocó Sergio Galán a su primero para hacer sonar sus metales, como al compás del dormido toro de Los Espartales que abrió ciclo y plaza.

De trote abúlico el animal, que se cayó además en un capotazo de un auxiliador. Galán, templado, no se apretó con él en los embroques.

El cuarto, de anovillada expresión, tampoco colaboró, soso, siempre al trote, aplomado al final de su lidia. No tuvo suerte con su lote un Galán que tardó en conectar con el amable personal, que pidió y consiguió una oreja a pesar del pinchazo que precedió a un rejonazo de efecto fulminante.

Restalló la tarde en cuanto Diego Ventura galopó a dos pistas sobre Nazarí frente a su primero. El ajuste, el temple, la cercanía entre los cercenados pitones del buen toro de Los Espartales, y el vientre y la grupa del caballo fueron totales.

El público de Cuatro Caminos supo captar que aquello era toreo bueno. Templado. Mandón. En pie el personal.

Una banderilla al quiebro en la mismísima puerta de chiqueros elevó aún más el mérito del quehacer. El punto de espectacularidad lo puso con Remate en banderillas cortas al violín. Llegó aplomado al tercio de muerte el burel. Ventura enterró medio rejón y desmontó para descabellar tres veces. Sorprendentemente, ni un pañuelo asomó por los graderíos para pedir el trofeo.

Seis piruetas consecutivas de Importante en la cara del pesado quinto desataron la pasión. Demasiados kilos, 615, que le costó mover al toro. Ventura clavó los palitroques al estribo, con pureza y por derecho. Compuso un ponderado equilibrio entre buen hacer torero y doma que convenció a todos.

El éxtasis llegó sobre Dólar. El jinete le quitó la cabezada para, de esta guisa, intentar un par de banderillas a dos manos. El toro, agarrado al piso en los medios, le obligó a cinco pasadas en falso. A la sexta fue la vencida, echando el caballo encima de su oponente y reuniendo el par tras el morrillo. Cumbre, refrendada con el rejón definitivo. Dos orejas.

Le faltó celo al noble tercero, suelto de carnes, que se estrelló de salida en dos ocasiones contra los burladeros. Leonardo Hernández banderilleó con pureza sobre Sol. Los detalles de doma de cara a la galería con Xarope y el agarrarse a los pitones en carrusel conectaron mucho con el respetable. Lo pinchó.

Nuevamente Sol y Xarope llevaron el peso de la lidia en el sexto, otro animal sin duración. Arrimó las cabalgaduras hasta que resultaron tropezadas Leonardo, que hizo un meritorio esfuerzo por no quedarse fuera de la nómina de triunfadores del festejo. No culminó con el acero.

FICHA DEL FESTEJO.- Seis toros de Los Espartales, reglamentaria y excesivamente despuntados para su lidia a caballo. Sin poder el 1º; con buen ritmo y noble el 2º; sin celo el 3º; parado el 4º; noble pero sin poder mover sus 615 kilos el 5º; de escasa duración el 6º.

Sergio Galán: rejón (ovación); y rejón (oreja).

Diego Ventura: medio rejón y tres descabellos (silencio); y rejón (dos orejas).

Leonardo Hernández: pinchazo, rejón y descabello (ovación); y pinchazo, medio rejón, dos pinchados más y rejón (ovación).

La plaza rozó el lleno en tarde de bochorno, en el festejo inaugural de la Feria de Santiago 2018.

CRÓNICA DE JUAN ANTONIO SANDOVAL PARA AGENCIA EFE<>FOTO INFO DIEGO VENTURA‏

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Santander por Santiago reúne a todas las grandes figuras y a Padilla en su despedida

La imagen del cartel de la Feria 2018 es una fotografía de Rafael Muñoz Rueda “Junior”

Santander celebrará su feria taurina de Santiago del 22 al 28 de julio, con un total de siete festejos, de los que 5 serán corridas de toros, una de rejones y una novillada, en los que estarán todas las grandes figuras, el triunfador del año pasado, Ginés Marín, y Juan José Padilla en el año de su retirada.

Así lo ha anunciado la alcaldesa, Gema Igual, quien ha dado a conocer los carteles de la Feria, que han sido aprobados por el Consejo de Administración este jueves y que se presentarán a los aficionados en un acto público que tendrá lugar el próximo martes 12 de junio, a las 19 horas, en el Centro Cívico de Numancia.

Asimismo, se organizarán presentaciones de la Feria de Santander en ciudades del entorno, como Burgos o Bilbao, o en Sevilla, que está unida con la capital cántabra por una conexión aérea directa, con el fin de dar la mayor difusión posible al ciclo taurino santanderino.

Igual ha reafirmado el apoyo del equipo de gobierno municipal a la Feria de Santiago, por el impacto económico que supone para la ciudad, cifrado en 7,1 millones de euros; por su arraigo (Santander acoge festejos taurinos desde el siglo XIX hasta hoy) y por su contribución a mantener el patrimonio cultural, histórico y arquitectónico, con una plaza de toros que cuenta con 128 años de antigüedad.

La alcaldesa ha recalcado que esta feria, que se organiza desde el Consejo de Administración de la plaza de toros, garantiza el mantenimiento de 3 puestos de trabajo estables durante todo el año y de otros 100 temporales, a los que hay que añadir los empleos indirectos que se derivan de la celebración de la Feria de Santiago.

Y ha apuntado que la aportación municipal no es suficiente para cubrir el coste anual del personal y el mantenimiento de la plaza –algo que el Ayuntamiento está obligado a hacer se celebren o no espectáculos taurinos en ella-, y que ha sido gracias al beneficio obtenido por la Feria de Santiago en 2017 por lo que la sociedad plaza de toros cerró el año con un resultado positivo.

La regidora santanderina ha adelantado que el Ayuntamiento va a seguir sosteniendo la actividad turística, comercial y lúdica ligada a la Semana Grande, de la que la Feria de Santiago forma parte como uno de los elementos más relevantes, junto a la Feria de Día, los conciertos de la Porticada o los festivales de música de la Campa.

Igual ha ensalzado la participación activa de las 29 peñas taurinas en la feria y ha agradecido a todos los aficionados de la ciudad, del resto de Cantabria, de otros puntos de España y de fuera de nuestro país el interés que vienen demostrando por el ciclo santanderino, que aumentó sus ingresos por venta de entradas un 13,6 por ciento en 2017 con respecto al año anterior.

La alcaldesa ha recordado que desde hace tres años el Consejo de Administración de la plaza ha apostado por un nuevo modelo de gestión, de carácter participativo, en el que se ha incorporado la Federación de Peñas Taurinas de Cantabria.

En cuanto a los festejos programados, ha apuntado que se ha buscado que estén presentes ganaderías de calidad y primeras figuras del toreo, premiando a quienes triunfaron en la edición anterior y dando también la oportunidad a jóvenes toreros o novilleros.

Igual ha indicado que la imagen del cartel de la Feria 2018 es una fotografía de Rafael Muñoz Rueda “Junior”, fallecido en febrero, con la que se quiere recordar y rendir homenaje a un extraordinario artista y aficionado a los toros como él.

El plazo para renovar los abonos de los ya abonados estará abierto los días 11 y 12 de julio; el 13 y 14 de julio se venderán los nuevos abonos y a partir del 16 de julio, las entradas sueltas para cualquier corrida.

La venta de entradas se hará de 9 a 21 horas en las taquillas de la plaza de toros y por internet, a través de las páginas web del Ayuntamiento (www.santander.es ) y de la plaza de toros (www.toros-santander.es). El precio de las entradas, al que el año pasado se repercutió la bajada del IVA cultural que pasó del 21 al 10 por cientos, se actualiza con el IPC, el 1,5%.

Hay un acuerdo para la retransmisión televisiva de las corridas de los días 24 y 25 de julio.

Carteles de la Feria

Domingo, 22 de julio

Corrida de rejones

Ganadería de Los Espartales

Sergio Galán, Diego Ventura y Leonardo Hernández

Lunes, 23 de julio

Novillada

Ganadería de Zacarías Moreno

Pablo Mora, Francisco de Manuel y Antonio Grande

Martes, 24 de julio

Corrida de toros

Ganadería de La Quinta

Javier Cortés, Jiménez Fortes y Román

Miércoles, 25 de julio

Corrida de toros

Ganadería de Miranda y Moreno

Miguel Ángel Perera, Cayetano y Álvaro Lorenzo

Jueves, 26 de julio

Corrida de toros

Ganadería de Garcigrande-Domingo Hernández

Enrique Ponce, Julián López “El Juli” y Ginés Marín

Viernes, 27 de julio

Corrida de toros

Ganadería de Hermanos García Jiménez

Morante de la Puebla, José María Manzanares y Alejandro Marcos

Sábado, 28 de julio

Corrida de toros

Ganadería de Jandilla

Juan José Padilla, Alejandro Talavante y Andrés Roca Rey

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